Crítica: Earth to Echo (2014)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2014: Teo Halm (Alex Nichols), Brian ‘Astro’ Bradley (Tuck Simms), Reese Hartwig (Reginald ‘Munch’ Barrett), Ella Wahlestedt (Emma), Jason Gray-Stanford (Dr Lawrence Marsden)

Director: Dave Green, Guión: Henry Gayden

Trama: Alex, Tuck y Munch son tres amigos que viven en un suburbio de Las Vegas. Ahora pasan sus últimos días juntos ya que la zona ha sido confiscada por el estado – debido a la inminente construcción de una autopista – y por ello han recibido la orden de desalojo. En visperas de mudarse – e ir a parar a ciudades tan distantes que terminen por disolver su amistad – los chicos deciden vivir una última aventura y comienzan a investigar un fenómeno que afecta a todos los celulares del barrio – cuyas pantallas han comenzado a dibujar una serie de bizarras figuras -. Descubriendo que el patrón coincide con el de una localidad desértica ubicada a 30 km de distancia, los chicos arman sus mochilas, montan sus bicicletas y salen a investigar, no sin antes armar una suerte de complicadas excusas como para que sus padres no noten su ausencia a lo largo de toda una noche. Pero al llegar al lugar sólo atinan a encontrar un vetusto cacharro, el que parece un desvencijado juguete electrónico abandonado en el desierto. Grande será su sorpresa al descubrir que el aparato se ha activado por su cuenta y que el mismo resulta ser un pequeño robot de procedencia alienígena. Ahora el androide ha comenzado a mandarles mensajes a través de sus celulares, guiándolos a una serie de lugares en donde se encuentran piezas que le hacen falta; y cuando recupere todas sus partes, estará en condiciones de completar su misión – la de recuperar una masiva nave espacial enterrada desde hace tiempo en el desierto norteamericano -. Pero los hombres de negro han seguido de cerca los pasos de los chicos y están listos para apresarles, deseosos de poner sus manos sobre el pequeño robot alienigena y desarmarlo para desentrañar todos sus secretos.

Alex charla con el buho robot que viene del espacio exterior, en esta escena de Earth to Echo (2014) Alex charla con el buho robot que viene del espacio exterior, en esta escena de Earth to Echo (2014)

Llamanco a Ecco E.T. versión found footage; he allí una buena definición de lo que trata Llamando a Ecco. Ente alienígena – ya no un bicho de cogote extensible sino un robotito de aspecto simpático en este caso – perdido en la Tierra y ayudado por unos niños para que regrese a su casa. Digan que el bicho – que parece el buho mecánico de la original Furia de Titanes – es simpático y que los chicos protagonistas tienen su cuota de momentos de gracia; por lo demás hay bastantes agujeros de lógica, una dirección bastante chata y algunas performances horribles. La disparidad de semejante coctel termina dando una película apenas pasable, la cual es mas apta para chicos que para los mas grandes.

Earth to Echo no deja de ser un ejercicio de nostalgia. No sólo hay visos de E.T. sino también de otros títulos producidos a la sombra de Spielberg, como Milagro en la Calle 8 o Exploradores, cintas plagadas de aliens / robots bonitos y niños aventureros. Pero como pasaba con Super 8, el homenaje queda a medio cocinar. Son pocas las cosas originales que se atreve a ensayar el filme (como cuando van a chocar contra un camión con acoplado y el robotito lo desarma literalmente en el aire) y, cuando se decanta por la rutina – como la crisis de los amigos que se van a separar de una vez y para siempre por circunstancias fortuitas – no termina de cerrar bien el nudo. El descubrimiento final – que debería anular la principal causa de mudanza de las familias de los amigos – produce conclusiones forzadas e insatisfactorias. Si hasta ese momento el filme intentaba tener corazón, da la sensación que en los últimos 10 minutos decide clausurar las cosas con lo primero que tenga a mano, dándole un cachetazo a los héroes que habían hecho algo realmente importante y lo cual podía cambiar el curso de sus vidas.

El otro punto es el casting. El pibe que hace de Munch tiene sus momentos de gracia, el chico adoptado rebosa de rebeldía pero el moreno Tuck… oh Dios, qué personaje anodino. Criticar a un afroamericano no es racismo si su performance apesta. No es una cuestión de color de piel; el pibe – que en la vida real es una pequeña estrella y tiene una serie – parece la versión enana de Pauly Shore, tiene cierto aire falopero y es una máquina de vomitar sandeces y obviedades, amén de que rebosa de soberbia. Lo peor de todo es que le dan el protagónico y es el encargado de los voice over, con lo cual no podemos escapar de su insufrible presencia.

El filme tiene su cuota importante de pavadas. Nunca se explica por qué hay una nave gigantesca enterrada desde hace tiempo debajo del barrio suburbano donde viven los chicos. O por qué los alienígenas mandaron un robotito a rescatarla desde el otro lado del Universo – al parecer los extraterrestres tienen sentido de la economía y no quieren abandonar cacharros multimillonarios en planetas subdesarrollados como el nuestro -. O cómo las piezas del robotito fueron a parar a los lugares mas estúpidos del condado, sea una tienda de empeños, el ajuar de una nena de 10 años o un desarmadero. Es una búsqueda trivial, hecha exclusivamente para generar tiempo de relleno. De allí a que las anécdotas que provoca el viaje sean divertidas o no – en general me entretuve bastante, por lo menos hasta que mete la cuchara Tuck – es otra cuestión.

Yo diría que Earth to Echo es una buena película para los mas pequeños y apenas zafa para los adultos. Está llena de detalles que hablan a las claras de su construcción mediocre; pero tiene sus momentos acertados, hay buen espiritu y no deja de ser un entretenimiento sano, aunque podría haber sido mucho mejor si hubieran puesto un poco mas de empeño en su elaboración.