Crítica: Donnie Darko (2001)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2001: Jake Gyllenhaal (Donnie Darko), Mary McDonnell (Rose Darko), Beth Grant (Kitty Farmer), Jena Malone (Gretchen Ross), Drew Barrymore (Karen Pomeroy), Patrick Swayze (Jim Cunningham), Noah Wyle (Dr Monitoff), Katharine Ross (Dr Lillian Thurman), Holmes Osborne (Eddie Darko), Maggie Gyllenhaal (Elizabeth Darko), Jolene Purdy (Cherita Chen), Daveigh Chase (Samantha Darko), David Moreland (Principal Cole), Patience Cleveland (Roberta Sparrow)

Director: Richard Kelly, Guión: Richard Kelly, Musica – Michael Andrews

Trama: Donnie Darko es un joven con severos problemas mentales. Se encuentra en terapia a raíz de varios incendios que ha provocado. Su terapista, la Dra. Thurman, se encuentra segura que posee manifestaciones esquizofrénicas. Darko posee un amigo imaginario llamado Frank, que se viste como un conejo gigante y le ordena cometer actos de vandalismo, al mismo tiempo que le advierte que el mundo desaparecerá en 28 días. A partir de la aparición de Frank, numerosos acontecimientos bizarros comienzan a sucederse en la vida de Donnie: desde el motor de un jet que cae en su habitación, hasta el cruce con seminarista new age que resulta ser un pornógrafo infantil y al cual le termina por incendiar la casa. Pero en el trayecto Darko descubre un libro llamado La Filosofía del Viaje en el Tiempo, y comienza a hallar una serie de coincidencias misteriosas. Pronto la vida de Donnie se encontrará en una espiral descendente de caos y muerte, y cuyo único remedio parece ser descubrir cómo viajar en el tiempo, y dar marcha atrás a todos los oscuros sucesos que han acaecido desde la aparición de Frank en su vida.

Arlequín: Crítica: Donnie Darko (2001)

Después de comentar numerosos filmes idiotas, es fabuloso poder encontrarse con algo realmente original que a uno le estimule la neurona.

Donnie Darko es un pequeño film independiente producido por la compañia de Drew Barrymore (que aparece también en la cinta) y que, en el momento de su estreno, fue un horrendo fracaso de taquilla a pesar de la muy buena recepción de la crítica. Como suele suceder, la película debió ser redescubierta en su lanzamiento en video, pasando inmediatamente al status de culto y compensando sus costos de producción. Con el correr del tiempo se transformó en objeto de debate, especialmente por lo críptico de su tema.

A diferencia de otros filmes con tramas y/o finales abstractos, Donnie Darko es un excelente ejemplo de cómo se puede hacer una película compleja y satisfactoria al mismo tiempo. La dirección de Richard Kelly es excelente, dándole los tiempos exactos al relato para ser digerido a medida que avanza, pero siempre dejando un gran margen para la interpretación del libreto. Posiblemente no haya dos críticas iguales sobre el film – unos alaban su originalidad y su audacia, otros ven el pormenorizado relato de la enfermedad mental de Donnie, mientras que varios lo miran como una historia de ciencia ficción (o al menos un thriller sicológico) -.

Donnie Darko es criptica pero accesible. Lo primero que se me ocurre compararla es, en cuanto a estilo narrativo, con Sexto Sentido. Es un film que merece verse por segunda vez para captar los mensajes subliminales que aparecen, e ir desentrañando el significado de su final a partir de las pistas dadas por el director.

Hay algunas cosas que parecen obvias. Aquí tenemos a un chico perturbado que está acudiendo a terapia, y que padece trastornos de conducta. Desde la primera aparición de Frank, el fantasmagórico conejo gigante que guía a Donnie en sus períodos de sonambulismo, es evidente que la realidad se divide – está el relato real, que es el que vemos en el final del film, y está la realidad alternativa que es todo lo que sucede a partir de la caída del motor del avión en la habitación de Donnie -. Lo que resulta de debate es de qué se trata esa realidad alternativa. Mientras que algunos lo toman por el lado de la ciencia ficción – Donnie ve el tornado en el horizonte, con lo cual se interpreta que es el agujero espacio – tiempo que estaba buscando, y logra dar marcha atrás todos los negros sucesos que le han venido ocurriendo -, otros en cambio piensan que él ya ha entrado en una dimensión alternativa y sobre el final decide volver a la realidad.

Pero, en realidad, lo que parece ser Donnie Darko es una especie del viaje al purgatorio de los esquizofrénicos. A uno le da la impresión de que Donnie – perdón por el spoiler – ya se encuentra en momentos previos a su muerte, y dispone de un tiempo extra para vivir una suerte de experiencias. Así como se suele comentar sobre los moribundos, entre el momento de su muerte y el del ascenso a la luz, que pasan momentos interminables, aquí se podría deducir lo mismo. Todo lo que pasa después de la primera caída del motor del jet es muy bizarro, y uno podría suponer que se trata de una realidad que existe sólo en la mente del protagonista. Por ejemplo, la aparición del seminarista new age encarnado por Patrick Swayze, que parece tener una anormal preponderancia en la escuela a la que acude Darko. Es obvio que eso es imposible en la vida real – del mismo modo que la asistencia de los alumnos a clases sobre positivismo, enfrentamiento al temor, etc,, que no parecen temáticas naturales de una escuela secundaria -. Lo único que cabe entender allí es que Donnie está construyendo un mundo de acuerdo a sus valores – los que le agradan y los que lo atemorizan -, disfrutando unos y enfrentando otros. Como una fantasía adolescente en donde puede insultar a los maestros, a las creencias idiotas de la época (el blablabla de enfrentar al miedo y abrazar al amor), conseguir una chica, expresar todos sus miedos con la sicóloga, e incluso convertirse en un héroe – cuando Donnie incendia la casa del seminarista y consigue que se le descubra su colección privada de pornografía infantil -.

Como un capitulo de La Dimension Desconocida, con la muerte próxima, Donnie Darko tiene un plus de tiempo en el cual vive 28 días imaginarios y logra desinhibirse. Esto explicaría lo bizarro de las actitudes de los adultos – el padre risueño y totalmente irresponsable de lo que le pasa a sus hijos; la madre estricta, a la cual Donnie la insulta; el seminarista y la profesora “buena onda”; etc -, ya que en realidad son todos representaciones de cómo los ve Darko desde su trastorno mental. Si uno se fija, verá que el film siempre insiste sobre dualidades – a final de cuentas, de eso trata la esquizofrenia -; bien y mal, temor y amor. Ese plus de tiempo que mentalmente dispone Darko lo usa para castigar a todas las figuras opresoras y a todos los conceptos moralizantes que lo martirizan – de paso, Richard Kelly se despacha con una ácida crítica hacia la superficialidad de la cultura de fines de los 80 -.

Y visto de ese modo, Frank no deja de ser una suerte de angel de la muerte, un ente que viene a anunciarle a Donnie su destino. Todas las señales están enviadas para cerrar el relato; la madre lee It! de Stephen King – donde había un payaso asesino -, y justo el auto que arrolla a la novia de Donnie viene tripulado por el conejo gigante y un payaso. La pista que deja la profesora de lenguaje es lo que posibilita a los jovenes ingresar por el sótano de la Abuela Muerte – la mujer que escribió el libro sobre los viajes en el tiempo -. La aparición de la Abuela Muerte marca el escenario – y la incognita que empuja el relato – donde se produce el desenlace.. Como señales premonitorias de que allí se sucederá el clímax.

Pero esta, si es una experiencia mental de Darko en instancias previas a su muerte, también es una vivencia que traspasa a la misma. Da la impresión en una de las escenas finales, que toda la historia imaginaria – el noviazgo de Donnie, el incendio de la casa del seminarista pederasta, las culpas que lo atormentaban y pudo expresar a su terapista – resulta transmitida en sueños a los personajes en el mundo real. Vean sino como todos se despiertan sobresaltados, atormentados en el momento que ocurre el accidente. Y fundamentalmente en la última secuencia, donde la novia imaginaria de Donnie se saluda con su madre, como si ya fueran conocidas.

Es una película formidable. Posiblemente todo el mundo pueda obtener una lectura diferente de ella, lo que muestra a las claras la inteligencia con que está construída. Lamentablemente los filmes posteriores de Richard Kelly no obtendrían el mismo reconocimiento ni tendría el mismo estilo pulido. Pero sin duda Donnie Darko es un clásico de culto.

DONNIE DARKO

Donnie Darko (2001) es el filme de culto de Richard Kelly. S. Darko (2009) es una secuela filmada directo a video.