Crítica: Dead Snow 2: Red vs Dead (2014)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorNoruega, 2014: Vegar Hoel (Martin), Ørjan Gamst (Herzog), Martin Starr (Daniel), Jocelyn DeBoer (Monica), Ingrid Haas (Blake)

Director: Tommy Wirkola, Guión: Stig Frode Henriksen, Vegar Hoel & Tommy Wirkola

Trama: Martin viene de pasar un mal día. Después de lidiar con una horda de zombies nazis, asesinar por error a su novia y tener que amputarse su propio brazo, ahora se ha accidentado seriamente en la carretera. El problema es que, al despertar, los palurdos de los médicos le han reinsertado el primer brazo que encontraron entre los restos del auto… el cual resulta ser el del coronel Herzog, el líder de los zombis nazis. Mientras que las autoridades creen que Martin se ha vuelto loco y ha despanzurrado a sus amigos en la cabaña de la montaña – en vez de creer su historia sobre los muertos vivientes -, el sufrido sobreviviente debe lidiar ahora con la voluntad maligna de su propio brazo, el cual es tremendamente poderoso y es capaz de revivir a los muertos. Y mientras Herzog ha seguido reclutando muertos – con el brazo restante – y ha formado un ejército de zombies, Martin debe encontrar la manera de detenerlo mientras esquiva las balas de la policía. Para ello le ha pedido ayuda al “Zombie Squad” – una organización compuesta por nerds que creen seriamente en la posibilidad de un apocalipsis zombie -, los cuales han venido a socorrerlo; y el líder de ellos es quien le sugiere que debe ir a lo mas helado de las montañas nórdicas, para revivir un escuadron bolchevique que fuera aniquilado por los hombres de Herzog durante la Segunda Guerra Mundial. De ese modo dos fuerzas antagónicas tendrán su último y definitivo choque el día de hoy, después de haber perecido en la mas brutal de las batallas hace mas de siete décadas.

Dead Snow 2: Red vs Dead Me imagino que la experiencia hollywoodense de Tommy Wirkola le debe haber dejado un sabor amargo en la boca. Hansel & Gretel: Cazadores de Brujas recaudó bien, pero resultó demasiado tibia y no convenció ni a la crítica ni al público. Para reafirmar sus quilates como director demente y delirante, Wirkola volvió a Noruega y se despachó con una secuela de su opus Dead Snow. Y si el primer filme era un homenaje al Evil Dead de Sam Raimi (en especial, a su segunda y tercera secuela), esta entrega de Dead Snow sintoniza a la perfección al Peter Jackson de los primeros tiempos: esos en donde hacía orgías con muñecos drogones y destazaba zombies con una cortadora de pasto. Dead Snow 2 le debe mucho a Mal Gusto y Muertos de Miedo, con secuencias zarpadísimas empapadas de humor de dudoso gusto pero que resultan inevitablemente hilarantes.

En la primera película teníamos que el mas zopenco y aburrido del grupo terminaba convirtiéndose en una especie de asesino experto de zombies nazis, aunque el final quedaba en la duda – especialmente cuando el coronel nazi lo sorprendía en el auto y le rompía la ventanilla -. La secuela arranca en ese mismo momento, con Martin y Herzog lidiando feo por el control del vehículo, el noruego arrancándole sin querer el brazo al nazi, y chocando unos metros mas adelante. Cuando se despierta, no sólo todos lo culpan por la masacre padecida por sus compañeros de la cabaña, sino que le han reinsertado el brazo del nazi (!), el cual tiene vida propia y empieza a asesinar gente por su cuenta. Esto da lugar a alguna de las mas brillantes secuencias del filme – como Martin intentando resucitar a un chico que ha lanzado accidentalmente por la ventana… pero es tanta su fuerza que termina aplastándole el pecho y, mientras se queda con el corazón en la mano, le grita al asustadísimo policía que lo ha sorprendido “¡¡esto no es lo que parece!!”, o cuando empala a uno de sus perseguidores dándole con el escudito de un Mercedes Benz en la frente -, amén de que la cara de depistado de Vegar Hoel rivaliza seriamente con los tics de Bruce Campbell. El pobre tipo – que sólo quiere volver a su casa – descubre que no sólo no puede probar su inocencia – ya que sigue dejando cadáveres por ahí, gracias a la rebeldía de su brazo – sino que debe evitar que Herzog y sus muertos vivientes completen una misión que data de hace 70 años, que es la de arrasar un pueblito perdido en las montañas. Mientras que Martin va con tres nerds yanquis del Escuadron Zombieque parece joda, pero existe en la realidad (búsquenlo en la Wikipedia!) -, un muerto viviente que vomita todo el tiempo, y el cuidador gay de un museo de la Segunda Guerra Mundial, por otra parte se manda Herzog con su tropa de zombies, varios cadáveres frescos y revividos a último momento, y un glorioso tanque Panzer Tiger con el cual hace destrozos de todo tipo y color. Hasta llegar al choque de fuerzas en medio de las montañas nórdicas, suceden disparates y desmanes de todo tipo – gloriosamente incorrectos – como es volar por los aires a un grupo de mamás que pasean sus bebés en cochecitos, el uso de un zombie (y, precisamente su zona genital) como material de relleno para sacar un auto empantanado, un par de ancianos aniquilados en su propio baño, gente aplastada de las mas diversas (y graciosas) formas con el tanque, y ocurrencias atroces de todo color, como la de usar las tripas de una de las víctimas como una manguera improvisada para cargar de combustible al Panzer. Oh, sí, los muertos vivos dan material de sobra para el humor negro y acá Wirkola se pega una panzada del mismo.

Ciertamente la historia no tiene mucho sentido, e incluso el acto III pierde algo de potencia y ferocidad, pero durante la mayor parte del tiempo Dead Snow 2 consigue risotadas gloriosas y estruendosas, fruto de las animaladas que se le ocurren a Wirkola. Si es así, prefiero que Wirkola siga rodando todo el tiempo en Noruega, en donde su imaginación no conoce los límites de lo políticamente correcto. Y si, como muestran los créditos finales, las cosas quedan abiertas para una nueva secuela…. desde ya que la espero con ansias y con un balde gigante de pochoclo, esperando por otro festival de delirio del talentoso noruego.

DEAD SNOW

Dead Snow (2009) – Dead Snow 2: Red vs Dead (2014)