Crítica: Dante 01 (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Francia, 2008: Lambert Wilson (San Jorge), Linh Dan Pham (Elisa), Simona Maicanescu (Perséphone), Dominique Pinon (César), Bruno Lochet (Buda), François Levantal (Lázaro)

Director: Marc Caro, Guión: Marc Caro & Pierre Bordage

Trama: En órbita del ardiente planeta Dante se encuentra una estación espacial dedicada a la experimentación con criminales sicóticos. A ella llega un prisionero de identidad desconocida, único superviviente del encuentro de un carguero con una entidad alienígena. La Dra. Elisa le acompaña y está dispuesta a experimentar tanto con él como con el resto de los reclusos, utilizando una droga basada en nanotecnología que corregiría el causante genético de su violencia. Pero el nuevo recluso – al que llaman San Jorge, debido a la figura del tatuaje de su hombro – comienza a producir acontecimientos inexplicables. Prisioneros muertos o gravemente enfermos son sanados después de tocarlo. La Dra. Perséphone está convencida que se encuentra frente a la presencia de alguien extraordinario; pero el férreo mandato de Elisa impulsa a que ésta se encuentre a punto de inyectar nanotecnología en San Jorge… lo cual puede anular el increíble y desconocido poder que posee.

Dante 01 Este es el primer film en solitario de Marc Caro, quien formaba una reconocida dupla de cineastas con Jean-Pierre Jeunet (Delicatessen). La carrera de Jeunet en solitario es bastante conocida: Alien: Resurrección, Amélie y A Very Long Engagement; pero Caro se encontraba sin filmar nada desde 1995, precisamente con La Ciudad de los Niños Perdidos (la última obra que rodara el dúo de cineastas).

Después de trece años Caro salió del ostracismo y se despachó con Dante 01, que es un filme de ciencia ficción ciertamente ambicioso. Pero tuvo un rodaje muy accidentado, y las secuelas quedan a la vista en el largometraje. Con el presupuesto recortado a la mitad a último momento, Dante 01 es una película inconclusa – el final no era el deseado por el director y, aunque es espectacular, deja muchísimos cabos sueltos en una historia que prometía mucho más -. A uno le da la impresión que a la cinta le falta media hora más de metraje para explicar la mayoría de las inquietudes que deja abiertas.

Aquí Caro se sube el carro de la sci fi pensante, que viene resucitando en los últimos tiempos con obras como Sunshine: Alerta Solar de Danny Boyle, Solaris de Steven Soderbergh, y La Fuente de la Vida de Darren Aronofsky. Es un género que parecia haber entrado en el freezer desde los años 70; y lo que tienen en común todas estas obras es que siguen – de algún modo – patrones temáticos y de estilo de los dos máximos referentes del rubro: Solaris de Andrei Tartosky y 2001, Odisea del Espacio de Stanley Kubrick. Acá hay una estación espacial donde se hacen experimentos genéticos con criminales sicóticos y que está a la vera de un planeta ardiente. Las tomas, los silencios, la escasa locuacidad, los ambientes oscuros, y la visión infernal de ese sol contenido hacen presagiar que el film va a tomar uno u otro camino: o el planeta es algún tipo de entidad, o bien algo desconocido va a suceder en la estación y el planeta juega un rol importante. Dicho y hecho, Dante 01 toma la segunda opción.

El film pone un montón de empeño en el simbolismo, pero al final no queda muy claro cuál es el sentido de todo ello – salvo identificar en una palabra la personalidad de cada caracter -. El planeta se llama Dante, las órbitas son descriptas como círculos (como los del infierno de la Divina Comedia), los reclusos y la tripulación tienen todo tipo de nombres que van desde los cristianos (San Jorge, Lázaro), los históricos (Cesar, Buda) a los literarios (Caronte, los guardias cuyos nombres juntos forman CanceRBeRo, CR y BR), la estación tiene forma de cruz, y así un largo etcétera. A uno le queda claro que el nuevo, llamado San Jorge (interpretado por Lambert Wilson, el Merovingio de Matrix Recargado y Matrix Revoluciones) no es un individuo corriente. Resucita a los muertos y, a los que están en agonía les quita el dolor. Puede ver a través de ellos, y ve al mal como si fueran criaturas dentro de sus cuerpos. En el acto de sanación el personaje termina por actuar como una especie de devorador de pecados – toma la fuente del mal y se la come, quitando la impureza espiritual del damnificado -. Uno descubre después que él es el único superviviente de una nave que tuvo un encuentro alienígena. Es obvio que tiene una misión, pero San Jorge aún está en estado de shock; y tanto él como el espectador va tomando consciencia del alcance de sus poderes a medida que pasa la proyección.

El problema es que Caro construye un lento pero formidable clima para terminar por quedarse sin balas sobre el final. (alerta: spoilers) Las cosas se salen de control, y la estación va en trayectoria de colisión contra el planeta; pero la intervención milagrosa de San Jorge no tiene sentido. Convertir al Sol apagado en un vergel no impide que la estación deba impactarse contra él, aunque el último fotograma demuestre lo contrario. Aquí es cuando Caro se quedó sin presupuesto y decidió despacharse con un final alucinógeno a la 2001, pero termina por resultar incoherente. Y más shockeante aún es que, después de la secuencia, vienen inmediatamente los créditos finales. No sabemos por qué existe San Jorge, ni por qué hace lo que hace, ni qué sucedió con el resto de la tripulación. Al menos hubiera sido más coherente desaparecer al planeta, así la estación no colisionaba con nada en el espacio.(fin de spoilers)

Dante 01 podría haber resultado deslumbrante, quizás una obra maestra. El final abrupto e inconsistente con la coherencia y la trayectoria de la historia termina por resultar molesto, aunque hay que comprender que no es la visión final del director. Pero aún así, existían otras vías de resolver la trama por medios económicos. Así como está es interesante, extraña pero incompleta.