Crítica: Los Marcianos Invaden la Tierra (Daleks Invasion Earth 2150 A.D.) (1966)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 1966: Peter Cushing (Dr Who), Bernard Cribbins (Tom Campbell), Roberta Tovey (Susan), Jill Curzon (Louise), Andrew Keir (Wyler), Ray Brooks (David), Godfrey Quigley (Dortmun), Philip Madoc (Brockley), Roger Avon (Wells)

Director: Gordon Flemyng, Guión: Milton Subotsky, basado en el episodio The Dalek Invasion of Earth escrito por Terry Nation para la serie de TV Dr. Who

Trama: Al intentar evitar un robo en Londres, el policía Tom Campbell termina por error dentro del TARDIS, una máquina para viajar por el tiempo y el espacio creada por el Dr. Who. Sin posibilidad de retrasos el doctor, su hija, su nieta y Campbell terminan por viajar al futuro y llegan al año 2150, descubriendo que Londres (y el resto del mundo) ha sido arrasado. Al empezar a investigar, se topan con algunos supervivientes quienes le informan que la raza alienígena de los Daleks se ha apoderado de la Tierra y planea trasladar el planeta entero hacia su mundo natal, en donde depredarán sus recursos. Ahora el doctor Who deberá liderar la resistencia para evitar que los Daleks cumplan con éxito su misión.

Daleks Invasion Earth 2150 A.D. Doctor Who es una mítica serie británica de ciencia ficción que naciera en 1963 y que, con la excepción del intervalo de algunos años, se continúa produciendo hasta el día de hoy (lo que la convierte en la tira más longeva de la historia de la TV mundial). Entre sus creadores figura Sydney Newman, quien también sería el padre de la serie de culto Los Vengadores. En un principio Doctor Who nació como un intento de generar una serie didáctica para los más pequeños, con el científico de marras viajando al pasado para enseñar hechos de la historia y yendo al futuro para dar lecciones sobre ciencia. Sin embargo, a partir del segundo episodio – Los Daleks, escrito por Terry Nation – el perfil de la serie comenzaría a volcarse hacia un público mucho más adulto, alcanzaría enormes picos de rating, y se transformaría en una de las tiras más populares a nivel mundial. La base de fans de Doctor Who rivaliza numéricamente con la de Star Trek, para tener una idea de la magnitud del fenómeno.

Al durar tanto tiempo (26 temporadas corridas entre 1963 y 1989; un revival en el 2005 que dura hasta la actualidad), nueve actores han pasado por el rol, y la serie se ha ido acomodando creando su propia mitología. En principio el Doctor Who es un científico alienígena que pertenece a la raza de los Señores del Tiempo, y viaja por la galaxia para combatir la injusticia. Tras determinado período de tiempo su cuerpo se regenera – la excusa de los guionistas para producir el recambio de actores -, lo cual no quita en que hayan existido ocasiones en las que más de un Doctor Who coincida en el tiempo y el espacio para un determinado capítulo – episodios especiales en donde protagonistas clásicos de la serie regresan para una participación especial -. A lo largo de su larguísima existencia, el científico ha combatido todo tipo de razas alienígenas malvadas, de las cuales los Daleks han resultado ser los más populares.

En 1965, para aprovechar el suceso de la serie, los productores de la inglesa Amicus decidieron llevar adelante adaptaciones de los capítulos serializados más conocidos, lo que daría lugar a dos filmes: Dr. Who y los Daleks (1965), y Año 2150: Los Daleks Invaden la Tierra, que es el que hoy nos ocupa.

Pero cuando uno empieza a ver Daleks: Invasion Earth 2150 A.D. termina por agarrarse la cabeza y a cuestionarse seriamente qué es lo que le ven los ingleses a Dr. Who como para que les hierva la sangre por el personaje. No cabe dudas de que es una adaptación terrible, pero hay algunos puntos esenciales que sin dudas provienen de la serie, e igualmente son espantosos. Comenzando por los tachos de basura rodantes de los Daleks – diseño ridículo si los hay -, siguiendo por la conducta autómata de los alienígenas (que carece de personalidad o amenaza), y terminando con la mala ciencia que está impregnado el guión – nucleos metálicos del planeta que van a ser expulsados para reemplazarlos con un motor y llevar a la Tierra cerca del mundo de los Daleks para explotar sus recursos; minas que llegan hasta el centro de la Tierra excavadas por los hombres a mano; un concepto totalmente idiota del magnetismo como si fuera un deux ex machina que sirve para todo -. Por si los conceptos de la serie que han sobrevivido no fueran suficientemente malos, el libreto y la dirección son igual o peor de horrendos. Los personajes aparecen de la nada en medio de correrías, las peleas están mal filmadas, hay dos decorados que son paupérrimos, y toda la película destila un tufillo demasiado barato. En sí es una historia que no le interesa a nadie; y como filme infantil tampoco funciona, ya que hay varias muertes en el libreto. Para colmo los Daleks son tan patéticos que son vencidos de las maneras más tontas posibles, como simplemente empujarlos de un costado para que se caigan y exploten.

Aquí el Doctor Who figura como un científico humano propio de la sci fi victoriana al estilo de Julio Verne; pero Peter Cushing resulta completamente anónimo en el papel. Para la trivia figura Bernard Cribbins como el policía y turista accidental del viaje, quien fuera el chofer de taxi de Casino Royale (1967); y en la resistencia humana figura Andrew Kier, el profesor Quatermass de Quatermass and the Pit.

DOCTOR WHO

Los filmes de Doctor Who comentados en este portal son: Dr. Who y los Daleks (1965) – Daleks Invasion Earth 2150 A.D. (1966). También hemos reseñado Una Aventura en el Espacio y el Tiempo (2013), un docudrama que recrea el proceso de creación de la serie y la elección del primer protagonista.