Crítica: Las Crónicas de Riddick (The Chronicles of Riddick) (2004)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2004: Vin Diesel (Richard Riddick), Colm Feore (Lord Marshal), Alexa Davalos (Kyra / Jack), Karl Urban (Lord Vaako), Thandie Newton (Dame Vaako), Judi Dench (Aereon), Nick Chinlund (Toombs), Linus Roache (Purifier), Keith David (Imam), Yorick van Wageningen (The Guv), Alexis Llewellyn (Ziza)

Director: David Twohy, Guión: David Twohy, Musica – Graeme Revell

Trama: Siendo asediado por cazadores de recompensas, el asesino serial Riddick viaja a Helion Prime en busca del Imán que escapara junto con él y unos pocos sobrevivientes de un planeta poblado por monstruos. El Imán es el único que conoce donde Riddick se escondía y, cuando lo encuentra, le explica que esa era la única forma de contactarlo – poniendo un precio alto por su cabeza -, porque la pitonisa Aereon precisaba verlo. Aereon le cuenta acerca de los Necromongers, una beligerante raza que asimila mundos convirtiéndolos a su causa o devastándolos, liderada por el Lord Marshall, y sobre el cual existe una profecía que indica que el único que puede acabar con su descomunal poder es un individuo de la raza Furion. Lord Marshall ha aniquilado a los Furions, pero Riddick resulta ser el último de su especie. Tras un choque inicial con lso Necromongers, Riddick es apresado nuevamente por los cazadores de recompensas y enviado al planeta cárcel Crematoria, donde se encuentra con Kyra – una chica que había integrado la expedición al planeta de los monstruos -. Kyra y Riddick escapan de Crematoria y regresan a Helion Prime, donde tendrá lugar el choque final con el líder de los Necromongers.

Las Cronicas de Riddick Las Crónicas de Riddick es una seudo secuela del film Pitch Black (2000), ambas escritas y dirigidas por David Twohy. Twohy es generalmente más conocido por su labor como guionista (Waterworld, Warlock, Velocidad Terminal), pero con Pitch Black – un clon de Alien desarrollado con bastante nervio – obtuvo reconocimiento internacional. El mismo film sirvió para el estrellato de Vin Diesel, y aquí la dupla se vuelve a reunir, incluso con Diesel como productor.

El personaje más interesante de Pitch Black sin duda era el asesino serial Riddick, que en el filme termina por rescatar a los sobrevivientes del planeta poblado por monstruos donde su nave se había estrellado. Aquí regresan algunos de esos personajes pero la temática es totalmente diferente: lo que básicamente intenta construir Twohy es una épica espacial, con profecías y elegidos que deben acabar con el imperio del mal reinante. Pero en vez de parafrasear a Star Wars, lo que hace Twohy es tomar algunos conceptos de la saga de Conan el Bárbaro – el criminal que está destinado a convertirse en rey -, y mezclarlos con la fascinante belleza gráfica del juego de rol Warhammer 40.000. Como suele pasar en las obras más importantes de la ciencia ficción, la historia no deja de ser un reciclado de ideas perfiladas desde otro punto de vista.

El diseño de arte es compulsivamente fascinante, quizás lo más original que se ha visto en los últimos años desde El Quinto Elemento. Hay muchisimas ideas originales y brillantes, mezclando conceptos tomados de Duna e incluso de Star Trek. Los Necromongers son una raza que asimila mundos (como los Borg), pero están organizados bajo una religión absolutamente mesiánica; el líder (Lord Marshall) es un individuo que ha viajado a otras dimensiones (el Bajoverso, por oposición al Universo) y ha adquirido poderes; toda la estética se basa en una iconografía funeraria, con gigantescas naves en forma de sarcófagos. Y como la característica del Bajoverso es la posibilidad de la multiplicación física, el escudo de los Necromonger es una cara múltiple. Da la impresión – aunque el libreto no se explaya – que el poder del Lord Marshall se basa en la asimilación de almas lo que le brinda cada vez mayor poder. Podría interpretarse que es una versión del Diablo en clave de space opera.

Del mismo modo las naves y las armas funcionan de un modo muy diferente a todo lo visto en cine hasta ahora. No hay rayos lasers sino ondas de energía. Las tropas pueden desmaterializarse y traspasar muros. Los Necromongers cuentan con seres que utilizan para la exploración y detección de posibles enemigos – algo que vagamente recuerda a los Mentat de Dune -; y por supuesto el código de honor de la raza, en donde cada cual se queda con lo que mata.

Pero mientras que el Universo, las razas, los personajes y la trama en general son fabulosos, donde Twohy se enreda mal es con su propio guión. La historia va a los saltos, donde personajes salen de la nada y recitan enormes párrafos que no siempre tienen sentido. Nunca se entiende bien el sentido del papel de Aereon – de dónde salió, qué poder tiene, y cómo es tan cercana con los Necromongers -; del mismo modo el Lord y la Dama Vaako (que son una suerte de Macbeth espaciales) carecen de tiempo en pantalla como para tener peso en el relato. Lo mismo pasa con el personaje de Linus Roache, que parece un arrepentido por integrarse a la raza, pero nunca se explica claramente las razones de su sacrificio.

Y es que el problema principal de Las Cronicas de Riddick es que en realidad se trata de dos filmes en uno: está la historia carcelaria en Crematoria, que está bien narrada, pero que absorbe demasiado tiempo a la historia de la invasión Necromonger – que está entrecortada -. ¿Para qué? ¿Para poder incluir al personaje de Kyra en el relato – un clon femenino de Riddick y un posible interés romántico -?. Kyra tampoco posee peso salvo unos segundos en el clímax; y hubiera sido preferible podar toda la secuencia de Crematoria – que además tiene huecos de lógica como el calcinante Sol del cual escapan milagrosamente – y darle aire a la historia de los Necromonger, que en definitiva son los villanos del relato.

Es un filme con mucho potencial pero muy desparejo. Los conceptos están muy bien pero se apiñan unos sobre otros y terminan por estorbarse entre sí. Es una lástima, porque aquí hay muchas ideas que hubieran valido la pena para una saga. Pero tanto la crítica como el público percibieron los problemas narrativos del relato y el filme tuvo una tibia respuesta. Comparado con muchísimos filmes recientes de sci fi, está poblado de ideas brillantes pero, en su gran mayoría, mal desarrolladas. Y lo único que salva al film de ser un terrible fracaso es la presencia fascinante del personaje de Vin Diesel, que al menos por un buen rato lo hace a uno olvidar de las deficiencias del guión.

LA SAGA DE RIDDICK

Los filmes basados en el personaje de Riddick son: Pitch Black (2000), Las Cronicas de Riddick (2004) y Riddick (2013). Las Cronicas de Riddick: Dark Fury (2004) es una versión animada que sirve de nexo entre el primer y segundo capítulo