Crítica: The Crazies (Mentes Asesinas / La Epidemia) (2010)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / Arabia, 2010: Timothy Olyphant (Sheriff David Dutten), Radha Mitchell (Dra Judy Dutten), Joe Anderson (Alguacil Russell Clank), Danielle Panabaker (Becca Darling), Christie Lynn Smith (Deadra Farnum), Joe Reegan (Billy Babcock)

Director: Breck Eisner, Guión: Scott Kosar & Ray Wright, basados en el filme de 1973 escrito por George A. Romero

Trama: El sheriff David Dutten se ve obligado a dispararle al granjero Rory Hamill, el que se presenta armado en un concurrido partido de baseball en el pueblito de Ogden Nash y se niega a deponer su escopeta ante las reiteradas advertencias de las fuerzas policiales. Dutten queda shockeado por el incidente, pero pronto se percata que no es el primero de su tipo. Otros pobladores han comenzado a actuar como desquiciados, matando a sus familiares y vecinos sin la menor advertencia previa. Cuando un cerco militar es impuesto sorpresivamente sobre el pueblo de Ogden Nash, resulta evidente de que el gobierno está conspirando para tratar de ocultar algo que tiene que ver con el tendal de violentas muertes que ocurre en el pueblo. Y ello resulta ser la caída de un avión en las cercanías, el cual contenía un letal virus que convierte a los infectados en dementes asesinos en menos de 24 horas. Ahora Dutten, su esposa y el alguacil intentarán escapar del cerco militar antes que la situación se salga de control y sus vidas corran peligro.

Mentes Asesinas (The Crazies) Mentes Asesinas es la remake de La Noche de los Locos (The Crazies), un filme menor pero potable de George A. Romero. Aquí está al mando Breck Eisner, un miembro de la sangre azul de Hollywood – hijo de Michael Eisner, el odiado CEO de la Disney durante añares, y que tiene como mérito previo la divertida Sahara (2005) -. El resultado final es mejor en algunos aspectos que el original, y muy tibio en el resto, quedando como un sólido serie B al que otro director con más talento podría haberle sacado mucho más jugo.

En el original Romero no hacía tanto hincapié en el terror sino en la conspiración gubernamental y el desmanejo militar, con lo cual la gente huía más del ejército que de los infectados por el virus. Había algunas escenas de shock – un padre queriendo violar a su hija, una viejita liquidando a un soldado con sus agujas de tejer como si nada, la quema generalizada de cadáveres, un final amargo al estilo de La Noche de los Muertos Vivos -, pero era un filme que carecía de suspenso como para provocar saltos en la platea. Al menos la remake 2010 tiene el mérito de acordarse que lleva el horror en sus genes, generando más situaciones de tensión y sangrientos desenlaces que el original. Ello provoca que sea más una reimaginación que una remake, ya que toma un par de ideas y después sigue su propio camino. Por ejemplo, todo el cotilleo entre las bambalinas militares del original de 1973 es abandonado de plano aquí – el ejército es una fuerza anónima que prepotea a la gente y la mete en campos de concentración; no hay responsables identificables y ni se molestan en dar algún tipo de explicación de los acontecimientos a la gente del pueblo y a la platea -, lo que uno podría interpretar como un signo de los tiempos que corren. No hay mucha diferencia entre el brutal hostigamiento de los pobladores de Ogden Nash y los que podría sufrir los iraquíes en su propia tierra; al gobierno no le interesa en lo más minimo comunicarse con la gente y prefiere manejarse de manera violenta; los sospechosos son eliminados expeditivamente, sin la menor intención de un análisis mínimo previo.

The Crazies 2010 es un filme muy correcto y prolijo. Quizás demasiado. El director Eisner mantiene la historia con ritmo – a veces, con demasiada velocidad – y nunca aburre, pero uno echa de menos la posibilidad de hacer un pausa y crear algo de suspenso. Por ejemplo, el libreto podría haberse dedicado a explotar la situación inicial – cuando no hay una consciencia generalizada de la epidemia, y la gente que está al lado de uno puede estallar en cualquier momento en una euforia homicida -, pero Eisner nos pone en medio de una situación apocalíptica en menos de 30 minutos, despachando la irrupción militar y obligando a nuestros protagonistas a una larga huída. En ese extenso trayecto el filme retoma buena parte del original de Romero – en especial, la duda sobre la sanidad mental del alguacil -, pero añade unas cuantas persecuciones de su propio pecunio. El problema es que todas esas coreografías son prolijas y violentas, pero carecen del componente vital que requería el relato, que es paranoia. A esto se suma el hecho de que, a estas alturas, uno ha visto tanta demencia militar en cientos de filmes anteriores – desde Dreamcatcher, La Amenaza de Andromeda, Epidemia hasta incluso Resident Evil: Apocalipsis, de donde sale la idea de la “cauterización atómica” – que todo esto resulta ser camino trillado.

Mentes Asesinas es recomendable para pasar un buen rato. No es superior al original, simplemente porque el filme de George A. Romero hacía un par de cosas que eran innovadoras para 1973; pero al menos apunta al terreno del terror, que era lo que quedaba diluído en la cinta de Romero. El problema es que Eisner no es muy bueno para crear shocks, quedando simplemente en una película pequeña, sólida y correcta, sin nada que resulte memorable.

THE CRAZIES

Las versiones basadas en The Crazies de George A. Romero son: La Noche de los Locos (The Crazies) (1973) y Mentes Asesinas (The Crazies) (2010)