Crítica: Coloso: El Proyecto Forbin (Colossus: The Forbin Project) (1969)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 1969: Eric Braeden (Dr Charles Forbin), Susan Clark (Cleo Markham), Gordon Pinsent (Presidente de los EE.UU.), William Schallert (Director de la CIA Grauber)

Director: Joseph Sargent, Guión: James Bridges, basado en la novela Colossus de D.F. Jones, Musica – Michel Colombier

Trama: Los Estados Unidos de Norteamérica ponen en marcha un gigantesco proyecto de defensa conocido como Colossus. Se trata de una super computadora diseñada por el Dr. Charles Forbin, que pasará a hacerse cargo de la defensa del continente contra posibles ataques misilísticos soviéticos. Colossus maneja todos los misiles norteamericanos y sólo puede actuar en caso de agresión. Pero al poco tiempo de su puesta en marcha, la computadora advierte de la existencia de Guardian, otro super ordenador similar pero en territorio ruso. Las super computadoras establecen comunicación, a pesar de la reticencia de científicos, políticos y militares, y comienzan a desarrollar conocimientos a una velocidad impresionante. Alarmados por la falta de control, soviéticos y americanos acuerdan cortar la comunicación entre las máquinas. Pero tanto Colossus como Guardián deciden lanzar misiles nucleares a locaciones en territorios de la URSS y USA. Entonces los miembros del proyecto comprenden que han perdido el control de las máquinas, las que en poco tiempo comienzan a establecer un férreo dominio sobre la humanidad. Sometido a una estricta vigilancia, la única esperanza del Dr. Forbin consiste en probar una sobrecarga de los circuitos de Colossus – el ordenador imperante – mientras las fuerzas militares intentan, en una carrera contra el tiempo, desactivar las ojivas de todos sus misiles para anular el poder de la super computadora.

Arlequín: Crítica: Coloso: El Proyecto Forbin (Colossus: The Forbin Project) (1969)

Este es un formidable film que pasó desapercibido en su tiempo y terminó por ganar un merecido status de culto con el paso de los años. Está basado en la novela de 1966 de Dennis Feltham Jones, el que terminaría por desarrollar una trilogía con sus siguientes novelas: The Fall of Colossus (1974), y Colossus and the Crab (1977).

Las razones obvias para filmar el proyecto provienen de la obra maestra de Stanley Kubrick, 2001: Odisea del Espacio. Si en aquel film HAL 9000 ocupaba una parte secundaria en todo el peso de la trama, aquí el concepto es convertido en protagonista. La idea de una super computadora fuera de control es totalmente fascinante, y para su tiempo era revolucionario. Imaginemos que éste es el abuelo (en tono serio) de filmes como Juegos de Guerra, y padre de otros tantos conceptos como Terminator (Colossus es un antecesor directo de la futura Skynet).

Para que haya una trama debe haber una premisa inicial, la cual aquí es bastante floja – toda la estructura de defensa norteamericana queda a cargo de una super computadora, la cual nunca ha sido testeada, y no posee un dispositivo de apagado de emergencia -. Pero superado esto, comienza una lenta pero indetenible escalada de extraños sucesos. El suspenso se basa en las sorpresas que da Colossus en sus respuestas: inesperadas, amenazantes, irracionales. La mayor parte del tiempo el espectador está pendiente de lo que la máquina va a publicar en su cartel electrónico. En ese sentido el film posee un sentido muy teatral – resultaría muy fácil adaptar la obra a un escenario o un estudio de TV -, y respira un aire muy parecido a otros dramas de cuarto como Fail Safe o partes de Dr. Strangelove.

La película no pierde demasiado tiempo en entrar en su carril; al poco tiempo de encendido, Colossus comienza a dar respuestas alarmantes. Primero, es la detección del super ordenador ruso – algo totalmente imprevisto para los americanos – , y después está su capricho por conectarse con Guardián. Hay algo terrible en todas estas escenas, y es que el ordenador va más rápido que los humanos en sus decisiones. Colossus descubrió primero a Guardián; antes que los políticos reaccionen, la computadora ya se está comunicando con él; cuando se comunica, comienza un proceso de enseñanza y dominio acelerado de la supercomputadora rusa (así lo entiendo yo, ya que la primera parte es un largo monólogo de Colossus hasta que Guardián reacciona), y por último la unión en un único super cerebro electrónico. Hasta ese momento los protagonistas están preocupados pero no espantados, cosa que sí sucede cuando el link entre las máquinas es cortado y las computadoras deciden lanzar sus propios misiles para forzar a los humanos a mantener la comunicación abierta.

Quizás a partir de allí el film acelere su marcha un poco de más, especialmente con la reunión entre Forbin y Kuprin (el padre de Guardián) en Roma, que concluye con el asesinato del último, ordenado por las super computadoras. Quizás precisaba un poco de tiempo de exposición mayor, especialmente para escuchar las ideas de los científicos antes de ser un pantallazo turístico. La película parece perder tensión en esas escenas al aire libre – la reunión en Roma, o la ejecución de los dos científicos que intentan sobrecargar a Colossus -, cosa que no ocurre en la atmósfera claustrofóbica del centro de mando del super ordenador. El pantallazo inicial (cuando Forbin la activa, caminando solitario en gigantescos sets que recuerdan a la escena de las maquinas Krell en Planeta Prohibido) es altamente sugerente de todo el poder de inteligencia que posee la super computadora, además de su inexpugnabilidad. A medida que Colossus progresa (llega a desarrollar teorias matemáticas nunca antes vistas) se transforma en un villano formidable, pendiente a cada momento de su supervivencia, de las acciones de Forbin, y de expandir su propio poder. Sobre el final, establece su propósito de crear un super ordenador aún más avanzado en la Isla de Creta, además de percatarse de los planes de sabotaje en su contra, detonar algunos misiles atómicos, y proclamarse como dominador del mundo. Forbin no ha construido un monstruo (como Frankenstein) sino que ha dado a luz a un nuevo Dios.

Lamentablemente en su tiempo la Universal no supo muy bien como vender el film, y fue lanzado sin demasiada publicidad, con lo cual pereció en las taquillas. Al cabo de 10 años D.F. Jones continuaría la historia en dos libros: en The Fall of Colossus, han pasado 20 años desde el ascenso de la super computadora y rige un nuevo orden mundial al estilo 1984 de Orwell. Incluso Colossus ha creado una nueva religión, en la cual Forbin es una especie de Papa. Mientras la humanidad se rige por la tiranía de Colossus, una raza alienígena se contacta con Forbin ofreciéndole ayuda para desactivar a la computadora. Cargándole un super programa, éste genera una sobrecarga que apaga permanentemente al ordenador. El tema está en que Forbin – demasiado tarde – comprende que todo esto no resulta más que una treta para que los alienígenas puedan invadir la Tierra. Y en Colossus and the Crab, dos negociadores alienígenas llegan a la Tierra y contactan a Forbin. Le explican que son de Marte, y que su civilización está pereciendo por las radiaciones de la Nebulosa del Cangrejo, por lo que precisan tomar algunos recursos de la Tierra como parte de su vegetación y oxígeno. Para ello, se construye una gigantesca máquina recolectora, mientras que en secreto Forbin y sus colaboradores intentan poner en línea a Colossus (con sus módulos inteligentes desactivados). Pero la máquina recolectora es tremendamente dañina para nuestro planeta, y Forbin se lanza a destruirla pereciendo en el intento. Mientras tanto, Colosus termina por ser revivido en todo su poder para evitar la invasión marciana, y culmina negociando con los alienígenas una forma de recuperar la salud de Marte.

Sin dudas estas secuelas son algo disparatadas, mientras que la novela original es más sólida, fruto de los terrores de la guerra fría. Durante años se habló de una remake, algo que parece imposible ahora, ya que tanto el libro como el film son productos de su tiempo. Y, a pesar de su informática arcaica, es un notable film que mantiene intactas sus cualidades para sobrecoger al espectador. Una película realmente inteligente.