Crítica: El Agente de CIPOL: Como Robar el Mundo (1968)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 2/5: mediocre USA, 1968: Intérpretes: Robert Vaughn (Napoleon Solo), David McCallum (Illya Kuryakin), Barry Sullivan (Dr. Robert Kingsley), Eleanor Parker (Margitta Kingsley), Leslie Nielsen (general Maximilian Harmon), Leo G. Carroll (Alexander Waverly), Peter Mark Richman (Mr. Webb), Albert Paulsen (Dr. Kurt Erikson)

Director: Sutton Roley – Guión: Norman Hudis, basado en la serie de TV The Man From UNCLE, creada por Sam Rolfe

Trama: El doctor Robert Kingsley – un colaborador cercano a la agencia internacional de espionaje CIPOL – ha desaparecido. Pero Kingsley no es el único científico perdido; pronto comienzan a llegar noticias que otros brillantes investigadores han sido secuestrados a lo largo de todo el globo. Los agentes Napoleon Solo e Ilya Kuryakin se lanzan a investigar, pero las pistas escasean. Es por ello que deciden anticiparse al enemigo – la organización THRUSH -, convenciendo al profesor David Garrow para que porte un dispositivo rastreador que los guíe hasta la madriguera en donde los enemigos del mundo libre están preparando sus planes. Así es como los agentes de CIPOL llegan a una base secreta oculta entre las montañas del Himalaya, en donde el mismo Kingsley comanda una misión tan ingenua como utópica: reunir a las siete mentes más brillantes del mundo para concretar su proyecto de acabar con las guerras de una vez por todas. Y, para ello, ha desarrollado el “gas de la docilidad”, un quimico gaseoso capaz de lavarle el cerebro a quienes lo aspiran y hacerles cumplir las ordenes que reciban por una emisión de radio. Y Solo y Kuryakin deberán combatir a Kingsley y los esbirros de THRUSH antes que conviertan a todo el mundo en un planeta poblado de robots humanos.

El Agente de CIPOL: Como Robar el MundoCómo Robar el Mundo es el último filme – montado sobre capítulos dobles – de la serie El Agente de CIPOL. Precisamente está construido con los dos últimos capítulos de la temporada final de la tira… y las muestras de agotamiento creativo son demasiado notables. El cast de luminarias no logra disimular los enormes problemas del libreto, que van desde la desidia hasta la ingenuidad, pasando por idioteces más que evidentes. Para tener una idea, diremos que la base del villano se ve igualita al aeropuerto de Los Angeles (ése en donde la torre de control parece un plato volador), y está establecida en el Himalaya… en medio de un arenoso y abrasador desierto. Porque en el Himalaya hace más de 40 grados, ¿no?.

El libreto no sabe muy bien para dónde disparar. En realidad es una consecuencia lógica de la mecánica de la serie – ¿cuántas veces más van a salvar el mundo Napoleón Solo e Ilya Kuryakin si lo hacen todas las semanas? ¿qué otro tipo de plan diabólico pueden urdir los villanos que no sea apoderarse del planeta, generar una guerra entre super potencias, o utilizar un arma devastadora e imparable? -. Acá el plan de turno es gasear a toda la humanidad con un quimico que te liquida la voluntad y te pone en estado catatónico; como quien dice, un lavado de cerebro a domicilio. La idea es poner a toda la gente con la mente en blanco, y mandarles la orden de que no se peleen más. Al menos ése es plan de Barry Sullivan, el científico ingenuo e idealista de turno, plan que no comparten en absoluto los malvados cerebros de THRUSH – quienes financiaron todo para sacarle el control del proyecto a Sullivan cuando sea el momento apropiado -. Para colmo Sullivan tiene unos cuernos tremendos ya que su mujer (Eleanor Parker) andar encamotada con el número 2 de THRUSH (Mark Richman), lo que terminará en una serie de traiciones en el último momento.

El único momento inspirado del filme es cuando el pacifista Sullivan descubre que ha sido engañado por su esposa, y le da la orden a un militar (Leslie Nilsen… ¡Frank Drebin!) al que le han aplicado el “gas de la docilidad” para que la balee por la espalda. Por lo demás es un bostezo que va entre el divague y la incoherencia. Los agentes de CIPOL intentan frenar un yate artillado hasta los dientes desde un helicóptero desarmado… y cuando a los malos se les terminan las balas, bajan los dos nabos a pelear con sus pistolitas contra 50 tipos dotados de ametralladoras. Pero si los héroes son torpes, los malos le van en saga, ya que los atrapan y los dejan ilesos, atados en el yate que acaban de abandonar (¿por qué no los matan de un balazo, con una cuchillada… o siquiera con un róbalo mutante que posea un rayo láser en su cabeza??). Así como ésa hay montones de oportunidades en las que nuestros héroes resultan atrapados y pueden ser asesinados con un simple chasquido de los dedos, pero salen indemnes debido a que el libreto aduce que Sullivan está en contra de la violencia y el asesinato. Otros horrores del guión son la ya mencionada base en medio del Himalaya (que está en pleno desierto… creo que en la misma locación que usaron para el capítulo “Arena” de la serie Star Trekfaltaba ver al gordito Shatner torteándose con el truchísimo lagarto Gorn en uno de los riscos -), o que todos los esbirros de TRUSH caigan drogados justo cuando van a fusilar a Solo y Kuryakin… eso sin mencionar que nuestros héroes se suben a un avión comercial y asumen que los pontones de las alas son misiles (!), con los cuales van a arrasar la base del villano (el ya mencionado aeropuerto de Los Angeles).

Es bastante triste ver como una venerada franquicia se desbarranca de semejante manera. Las culpas se reparten entre el perezoso guionista y el descuidado director, el cual no tiene empacho de usar una rayadísimo stock footage para ilustrar la secuencia de lanzamiento de misiles. Las bobadas abundan y transforman a Cómo Robar el Mundo en un filme a evitar, más aún para los amantes de la serie de culto protagonizada por Robert Vaughn y David McCallum. Y ni siquiera ellos tienen la quimica de siempre como para que uno se ría de las desprolijidades de la puesta en escena, la que resulta por momentos patética.

EL AGENTE DE CIPOL

La serie El Agente de Cipol (1964 – 1968) – Los filmes: Para Atrapar al Espia (1964) – Un Espia con Mi Rostro (1965) – Demasiados Espias (1966) – El Espia del Sombrero Verde (1966) – Asesinos por Karate (1967) – Los Espias del Helicóptero (1968) – Como Robar el Mundo (1968) – El Regreso del Agente de CIPOL (1983). El Agente de CIPOL (2015) es una versión para la pantalla grande protagonizada por Henry Cavill.