Crítica: Los Cazafantasmas (2016)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2016: Kristen Wiig (Dra Erin Gilbert), Melissa McCarthy (Dra Abby Yates), Kate McKinnon (Jillian Holtzmann), Leslie Jones (Patty Tolan), Chris Hemsworth (Kevin Beckman)

Director: Paul Feig, Guión: Katie Dippold & Paul Feig, basados en el filme de 1984 escrito por Dan Aykroyd & Harold Ramis

Trama: La física Erin Gilbert ha sido despedida de la universidad en donde trabajaba. El decano ha visto online un libro escrito por ella acerca de la existencia de fantasmas, y la ha considerado una persona poco seria como para permanecer en la institución. Erin se une a su amiga Abby Yates – co autora del libro – para formar un grupo dedicado a probar científicamente la existencia de los fantasmas. Pero el grupo descubre demasiadas manifestaciones paranormales en la ciudad de Nueva York, lo cual es un indicio que algo fenomenal y catastrófico está por ocurrir en cualquier momento. Sumando fuerzas con Jillian Holtzmann y Patty Tolan, irán a pedirle ayuda al alcalde pero el mismo terminará por echarlas. Y enorme será su sorpresa cuando una explosión de ectoplasma detone en medio de la ciudad, vomitando miles de espectros sobre el lugar y convirtiendo a Nueva York en un infierno viviente. Será entonces cuando las Cazafantasmas entrarán en acción, utilizando sus bizarros equipos para salvar al mundo… aunque nadie crea en ellas y las autoridades insistan en apresarlas.

Los Cazafantasmas Antes que los talibanes vengan y me apedreen, diré que Los Cazafantasmas 2016 es buena. Incluso me arriesgaría a decir que es muy buena. Ok, yo fui uno de los primeros en defenestrarla cuando surgió el rumor de esta versión, pero todo el talento involucrado ha logrado remontar las cosas hasta un nivel superior a lo potable. También es cierto que la gente idealiza demasiado a Los Cazafantasmas 1984: la blabletería técnica de Harold Ramis y Dan Aykroyd era insufrible, y el empalagoso cinismo de Bill Murray (junto a su constante acoso sexual de Sigourney Weaver) merecía el empalamiento. Claro el final era glorioso, el tema musical era memorable y habia unos cuantos chistes buenos pero se trata de esos filmes que funcionan mejor en nuestra memoria que ante una visión actual. Lo que no puede objetarse es que fue un fenómeno social y un filme evento como pocos se han visto en la historia del cine, en donde los trailers de la película se exhibían un año antes de que fuera estrenada.

Los Cazafantasmas 2016 es una película mas equilibrada que el original de 1984. La razón es simple: al haber menos ego involucrado – el original era el fruto intelectual de Ramis y Aykroyd – los personajes principales funcionan mejor como equipo y hay mayor cantidad de caracteres con roles de importancia y chistes efectivos. Vean sino a Leslie Jones, la equivalente femenina de Ernie Hudson: la Jones roba unas cuantas escenas y no es el personaje racial de adorno que aparecía en el filme de Ivan Reitman. La recepcionista chusma de Annie Potts se transformó en el rubio hueco de Chris Hermsworth el cual, sin dudas, se roba todas las escenas en las que figura (¿quien hubiera imaginado que Thor era tan buen comediante?). A Bill Murray lo reemplazaron por Kat McKinnon, la cual no es una devoradora de hombres sino una nerd con gustos bizarros. El detalle curioso es que las figuras principales – Kristen Wiig, Melissa McCarthy – resultan apagadas en comparación a su talento innato para la comedia. Hacen de Ramis y Aykroyd y, aunque son menos densas con la blabletería técnica, parecieran sacrificar el humor a favor de la exposición para que avance la trama. Tienen sus momentos pero no son tantos como uno pudiera imaginar.

El mayor problema que tiene la versión 2016 de Los Cazafantasmas es que vive a la sombra del original. Recicla escenas y temas del original pero en otras condiciones y escenarios, con lo cual la sensación de deja vu es muy fuerte – es algo similar a lo que ocurría con El Despertar de la Fuerza -. La bibliotecaria es ahora una adolescente encerrada trágicamente en el sótano de su casa por su despiadada familia, y Gozer el Gozeriano fue reemplazado por un estupido demente que anda poniendo aparatitos interdimensionales por toda Nueva York para desatar un apocalipsis paranormal que él liderará. Las referencias al original y el fan service abunda, sea en los innumerables cameos o la visión / alteración de elementos del original – desde el Ecto I (ahora devenido en carroza funeraria) hasta las oficinas en el antiguo cuartel de bomberos, cuya renta es impagable y por lo cual terminan en un garage al costado de un restaurant chino -. Cuando Ghostbusters 2016 intenta algo original, la mayoría de las veces acierta. No todos los chistes hacen blanco pero algunos son hilarantes – como la secuencia con el director de la universidad o las sandeces que dispara a cada rato Hemsworth en una performance genial -.

Yo sería benevolente y le daría una oportunidad a Los Cazafantasmas 2016. Tiene mejor efectos, los fantasmas son aterradores, hay buena comedia y buenas comediantes. No es una herejia sino una respetuosa remake / reboot del original, la cual merece tener una mejor suerte que la del lapidamiento por puro y anticipado prejuicio.

LOS CAZAFANTASMAS

Los Cazafantasmas (1984) – Los Cazafantasmas II (1989) – en el 2016 los estudios se mandaron con una fallida versión femenina de la franquicia en la forma de  Los Cazafantasmas (2016). Ghostbusters: el Legado (2021) es la secuela oficial de la saga original, dirigida por Jason Reitman.