Primer review Casino Royale 2006

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La crítica inglesa ya ha tenido ocasión de ver previews de Casino Royale. Traducimos esta crítica del Times On Line, publicada el 6/11/06

PRIMERA CRITICA CASINO ROYALE 2006 - NEWS NOVIEMBRE 2006

¿Quién hubiera pensado que el casting de un Bond rubio hubiera generado una tormenta de controversias?

Daniel Craig ha sido objeto de acaloradas especulaciones y de certeros ataques personales desde que firmó para obtener el papel del sexto Bond, y después de ello se sucedieron toda una serie de críticas y boycotts que ocurren hasta ahora en algunos sectores de la comunidad on line.

Pero más allá de la antipatia hacia la idea de que Craig sea Bond, todas son buenas noticias para EON. A pesar de que la entrega previa (Otro Dia para Morir) fue vapuleada por crítica y público (a pesar de su recaudación), los fans aún se encuentran ansiosos de lo que puede deparar la serie Bond.

Mientras que Otro Dia para Morir fue un hit en la taquilla, lo que ocurría realmente era que Bond corría el riesgo de perder algo realmente valioso y que distinguió durante mucho tiempo a la serie: su estilo. El auto invisible lo puso en riesgo. Eso y una parafernalia de efectos especiales que podrían asfixiar al mejor de los guiones – y aclaremos que Otro Dia para Morir no contaba con el mejor de los libretos. –

En Jason Bourne o en Jack Bauer (de la saga Bourne o de la serie 24), agentes secretos que comparten con 007 sus iniciales pero nada más que eso, la franquicia comenzó a encontrar su horma de zapato. Eso derivó en el polémico Aston Martin invisible que se vió en el film 20 de la saga, sellando aparentemente el destino de 007 tal como lo conocemos.

Con Bond 21, en lo que los productores han descripto como un reboot de la franquicia, Casino Royale nos trae de regreso a lo básico: los primeros años de Bond y su reciente nombramiento como 00; una producción más limpia y de menor presupuesto; y un Bond que se exhibe como una agente entrenado, capaz de lastimar seriamente, más que vivir vestido en ropas caras y desaparecer en mini submarinos nucleares.

Para esta película, que enlista a Paul Haggis (el autor de Crash) como uno de los guionistas, la acción es menos relevante en los tontos gadgets acostumbrados en la era Brosnan (aún así, Bond posee un defibrilador portátil en su auto). En realidad el film basa su reputación en un arma formidable: Daniel Craig, que interpreta a un despiadado y expeditivo Bond.

Cada decada obtiene el Bond que se merece, y actualmente estamos viviendo en algunos tiempos terroríficos. Craig es donde emerge aquí con lo mejor: combina lo atlético y lo cínico de Sean Connery con cierta crueldad y sangre fría de Timothy Dalton. Mientras que el blando Pierce Brosnan lucía como un modelo de catálogo de modas, la cara de Craig resulta totalmente fascinante. Es brutalmente feo: luce como si pudiera clavarte una daga en el ojo – si llegaras a cruzártelo – y gozara con ello. Pero su sex appeal está fuera de la escala. Incluso cuando realiza su primer asesinato, lo convierte en una inquietante experiencia erótica. Su Bond sangra, se golpea y comete errores fatales.

La química entre Craig y su co estrella y figura romántica Vesper Lynd (Eva Green) es explosiva. La relación está basada en una mutua admiración, pero ambos tienen diferencias a flor de piel que hace que las cosas sean aún más interesantes. Una escena donde Bond consuela a una traumatizada Vesper en la ducha, lamiéndole gentilmente sus dedos, resulta increíblemente sexy.

Vesper es la agente del Tesoro que financia la misión de Bond para desbarrancar un juego de poker de altas apuestas en Montenegro. El objetivo es Le Chiffre (la estrella danesa Mads Mikkelsen), un lavador de dinero a escala internacional que tiene un corte de pelo a lo Hitler, un inhalador de asma de platino, y una tendencia a sangrar por el ojo. Lo unico que le falta es un tatuaje que diga Malvado en su frente.

En este nuevo, arriesgado Bond, las acrobacias son más físicas y la violencia más dura. Una secuencia temprana de persecución utiliza las técnicas de carrera libre popularizadas en Paris y obtiene un impresionante (y algo ridículo) efecto. Y hay una genuinamente horrible secuencia de tortura donde Bond sufre algunos impresionantes traumas en sus genitales.

Craig tiene un físico impresionante (generosamente exhibido). que lo convierte a él en un Bond más plausible que cualquiera de sus predecesores. Pero su principal virtud pronto queda evidente. El puede actuar.

Rating dado por The Times On Line: 4/5