Crítica: Bubba Ho-Tep (2002)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2002: Bruce Campbell (Elvis Presley / Sebastian Haff), Ossie Davis (Jack Kennedy), Ella Joyce (enfermera), Heidi Marnhout (Callie Thomas), Bob Ivy (Bubba Ho-Tep), Larry Pennell (Kemosabe),

Director: Don Coscarelli, Guión: Don Coscarelli, basado en el cuento homónimo de Joe R. Lansdale, Musica – Brian Tyler

Trama: Elvis Presley y John Fitzgerald Kennedy no han muerto sino que viven con otra identidad en un asilo de ancianos en Texas. Mientras que John Kennedy ha sido víctima de una conspiración después del atentado en Dallas, haciéndole cirugía plástica y tiñendo su piel de negro, Elvis ha tomado la identidad del mejor de sus imitadores para llevar una vida anónima. De todos modos, nadie cree sus historias. En los momentos en que la vida de Elvis pareciera estar llegando a su fin – tiene un enorme tumor en sus genitales y todo indica que se trata de un cáncer terminal -, una serie de extraños incidentes culmina con la muerte de varios residentes del asilo. Elvis y John comenzarán a investigar hasta descubrir que se trata de una antigua momia egipcia que está utilizando el asilo para alimentarse con el alma de sus pacientes.

Arlequín: Crítica: Bubba Ho-Tep (2002)

Bubba Ho-Tep viene de la mano del director Don Coscarelli, el mismo de la saga Phantasm. A decir verdad, no es un cineasta sobre el cual uno tenga demasiadas expectativas; ciertamente es un juicio prematuro sin conocer demasiado de su carrera, pero juzgando por las tapas de sus videos, Phantasm siempre me pareció un clon de Poltergeist (en especial de su secuela, con la presencia del misterioso hombre alto), amén de haber visto una tibia aventura de fantasía como El Señor de las Bestias a principios de los ochenta. Además la carrera de Coscarelli ha sido mas que errática; después de Bubba Ho-Tep tardaría cuatro años más en reaparecer en en un capítulo de la serie Masters of Horror, y recién para el 2009 en más hay agendados una nueva secuela de Phantasm así como la continuación de Bubba Ho-Tep (Bubba Nosferatu).

Pero los prejuzgamientos de nada sirven con Bubba Ho-Tep. Definitivamente es un gran clásico de la serie B, y demuestra sus quilates con talento de sobra. Es una premisa completamente paranoica – de que Kennedy y Elvis siguen vivos y residen en un asilo de ancianos, hasta que deben enfrentarse a una antigua momia egipcia -. Pero lo que más sorprende de Bubba Ho-Tep es que dicho argumento está construído de modo inquietantemente coherente. La narración en off de Bruce Campbell y los flashbacks de su vida le dan una densidad inusual a su personaje, haciendo totalmente plausible la teoría de la película – Elvis ha cambiado los roles con Sebastian Haff, el más talentoso de sus imitadores, y sería Haff quien falleció en 1977 a causa de complicaciones cardíacas por la droga, mientras el Rey llevaba una vida anónima haciendo recitales de homenaje -. Y aún así, el film no se queda sólo con ello. Vale decir, el argumento podría haberse lanzado a la acción directamente, con ambos personajes peleando contra la momia como superhéroes, o bien fundamentar lo disparatado de sus teorías. Lo que hace Coscarelli es ir mas allá, convirtiendo al relato en una obra de amor; es tanto el afecto de los autores (el director, Joe R. Lansdale) hacia el personaje, que lo transforman tanto en humano como en figura trágica. La narración en primera persona y los hechos relatados de la vida pasada de Elvis transpiran la profunda melancolía de que tenían los detectives de la serie negra. En el fondo no es más que el drama de llegar a viejo, cuando uno hace balance de su pasado y se da cuenta de todos los errores egoístas que ha cometido y que lo han llevado hasta la situación presente.

Ciertamente que Haff sea Elvis no es tema de discusión; en cambio que Ossie Davis sea Kennedy no deja de ser un caso de demencia senil aunque el film se encargue de tirar un par de datos inquietantes – como la cicatriz en la nuca que tiene el personaje -. Tanto Bruce Campbell como Ossie Davis brillan en sus personajes y son realmente entrañables; lo que ocurre es que los autores ponen verdadera pasión al momento de definirlos – se tratan de dos auténticos íconos norteamericanos, aquí en el papel de héroes ocasionales en el ocaso de sus vidas -. Al ponerle tanto condimento a esos personajes, el film decide atenuar el elemento de horror y jugarlo en tono de comedia negra – aunque Coscarelli se las ingenia para crear tomas novedosas e inquietantes, como las visiones fantasmagóricas de los pasillos del asilo -. Y los momentos cómicos de Bubba Ho-Tep son realmente hilarantes – como el graffiti escrito con jeróglificos que Elvis y Kennedy descubren en el baño del asilo, que dice que “el faraón cagaba semillas de durazno y Cleopatra era una guarra”, o las explicaciones de cómo Kennedy se transformó en un viejo afroamericano “con parte del cerebro reemplazada con una bolsita de arena” -. Es un film super entretenido, querible y decididamente un clásico de culto.

Lamentablemente tuvo una distribución muy pobre al momento de su estreno, y recién con el lanzamiento en video ganó la inmensa popularidad que realmente merece. Los títulos finales – Elvis regresa en Bubba Nosferatu, la maldición de las vampiras; protagonista: Sebastian Haff – era una especie de broma privada de Coscarelli. El gran éxito del film en video llevó a potenciar la idea de hacer real la secuela, agendada para el 2011 pero, lamentablemente, Bruce Campbell ha anunciado que no sería de la partida, y se sumarían Ron Perlman (como Elvis) y Paul Giamatti como el coronel Parker. Es una tristeza, ya que posiblemente la labor de Campbell sea, aquí, la mejor de su vida.