Crítica: Depredadores del Desierto (The Bone Snatcher) (2003)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB / Canadá / Sudáfrica, 2003: Scott Bairstow (Dr. Zack Straker), Rachel Shelley (Mikki), Warrick Grier (Karl), Patrick Shai (Titus), Andre Weideman (Kurt)

Director: Jason Wulfsohn, Guión: Malcolm Kohll & Gordon Render

Trama: El Dr. Zack Straker es contratado por una corporación para que realice investigaciones en las instalaciones mineras que poseen en un desierto africano. Pero a poco de llegar se entera que un grupo de trabajadores se ha extraviado en el desierto y decide colaborar. La patrulla de rescate logra dar con los cuerpos de los desafortunados, los cuales se encuentran totalmente desprovistos de carne – algo totalmente fuera de lo común, teniendo en cuenta que habían desaparecido hace sólo 6 horas -. Ahora el grupo está decidido a dar con el responsable y siguen la única pista que poseen: una hilera de huellas que parte del lugar de la matanza y se pierde en el mar de dunas. Pero su sorpresa será enorme cuando descubran que lo que están persiguiendo no es humano sino un demonio del desierto, cuyo cuerpo está formado por hormigas carnívoras y restos de las víctimas que ha asimilado.

Depredadores del Desierto (The Bone Snatcher) ¿Quieren que les recomiende una linda películita para el sábado a la tarde?. Entonces les paso el dato de Depredadores del Desierto (The Bone Snatcher; que en criollo sería “El Usurpador de Huesos”). Buenos efectos especiales, trama ok, gran escenario, buenos climas. Lastima que en el último acto la película decide cometer harakiri, intentando dar explicaciones poco creíbles sobre lo que ocurre, y haciendo que los protagonistas tomen algunas decisiones muy poco saludables (por no decir estúpidas). Pero, por lo demás, es un filme potable.

El dato curioso es que el protagonista, Scott Bairstow (un tipo que llegó a trabajar con Kevin Costner en la fallida El Mensajero), terminó de rodar la película y fue derechito para la cárcel (y sin pasar por la salida), condenado por pedofilia (gulp!). Obviamente ése no era el tipo de publicidad que hubiesen querido los productores para promocionar el filme, razón por la cual terminó sepultado rápidamente en video. Como sea, The Bone Snatcher no será memorable pero tampoco merecía el ostracismo. Tiene su cuota de aciertos y, en general, supera por bastante a los bodrios promedio que suelen despachar estos dias a los videoclubes bajo el rótulo de “exclusividades”.

El desierto es un fantástico escenario, y ya lo probaron otros filmes serie B como Arenas Rojas. Acá hay un grupo de gente que va al rescate de unos trabajadores que se perdieron hace un puñado de horas. Los encuentran, por supuesto, aunque no en el mejor estado. Alguien dejó sus huesos peladitos como si se hubieran hecho un puchero con esta gente. Como hay huellas cerca de los cuerpos, el grupo sale a seguir el rastro… y se topan con un bicho negro, mutante, que parece haberse formado con los restos de un cadáver. Como si fuera el engendro de El Enigma de Otro Mundo (la versión de Carpenter) la abominación luce los rostros de sus victimas y adopta formas de pesadilla; y si alguien lo toca, la masa negra se extiende y desintegra la carne humana en cuestión de segundos. Y, por si todo esto fuera poco, el bicho parece haberse obsesionado con el grupo, los persigue y los acosa en medio de todo lo vasto que resulta el desierto africano.

Por supuesto el relato tiene su cuota de clichés. Tenemos un nativo moreno que sabe que la criatura es un demonio de la arena (bah, formado por hormigas depredadoras) y tiene una leyenda detrás. Y todo esto hubiera sido fenomenal si el libreto hubiera abrazado con todas sus fuerzas dicha explicación sobrenatural – dejando que todo quedara envuelto en una aureola de misterio y misticismo -… pero no; insistieron en dar una explicación científica – a final de cuentas, hay un licenciado a bordo – y ahi es cuando la película se desbarranca mal. No sólo el qué es y el cómo razona son poco creíbles sino que esta gente se vuelve una experta en 5 minutos y saben el lugar exacto en donde se va a encontrar el bicho, aún cuando se trate de un desierto de 5.000 millones de kilómetros cuadrados. Sumémosle a esto uno de los climax más insulsos del cine de terror, y veremos cómo Depredadores del Desiertouna película modesta, con buena idea y buena dirección – decide saltar al precipicio por su propia voluntad. No digo que el final sea estúpido, pero es decepcionante.

Como sea, The Bone Snatcher terminó por ganarme a pesar del desenlace flojo. Hay buena atmósfera, las actuaciones no irritan y los diálogos suenan bastante inteligentes. Y teniendo en cuenta que no la conoce nadie, resulta una sorpresa agradable para ir a buscar en las estanterías del videoclub.