Crítica: Las Alucinantes Aventuras de Bill & Ted (1989)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1989: Keanu Reeves (Ted Logan), Alexander Winter (Bill S. Preston), George Carlin (Rufus), Terry Camilleri (Napoleon), Dan Shor (Billy the Kid), Tony Steedman (Socrates)

Director: Stephen Herek, Guión: Chris Matheson & Ed Solomon

Trama: Bill y Ted son dos adolescentes vagos y tontos a quienes les gusta tocar rock en el garage de su casa. Pero se encuentran con las exámenes de final de año y deben sacar una nota sobresaliente para poder salvar la materia. La inesperada aparición de un hombre del futuro llamado Rufus cambia totalmente la situación. Rufus les provee una máquina del tiempo con forma de cabina telefónica para que puedan viajar y encontrarse con los grandes personajes de la historia. Y es que la música de Bill y Ted será en un futuro un mensaje de paz y sabiduría que guiará a la humanidad, razón por la cual deben salvar con éxito el examen para que la historia siga su curso.

Las Alucinantes Aventuras de Bill y Ted Las Alucinantes Aventuras de Bill & Ted tienen su origen en una rutina stand up creada por Chris Matheson y Ed Solomon, en donde dos adolescentes tontos discutían de historia con el drogón hermano mayor de uno de ellos. Esto daba pie a una serie de disparatados razonamientos sobre sucesos y personajes históricos, y la idea sería comprada por Dino de Laurentiis, quien terminaría financiando un filme. En 1989 Bill & Ted´s Excellent Adventure saltó a la pantalla grande y terminaría generando un suceso, con una secuela y dos series televisivas (una con actores y otra animada). Un resultado inesperado para lo que es una modesta comedia tonta.

Hay algunos datos interesantes que pueden ayudar a explicar el fenómeno de culto que generó Las Alucinantes Aventuras de Bill & Ted. Es el primer protagónico de Keanu Reeves, y resulta sorprendentemente grato ver al actor en una faceta delirante. Entre los autores del film está Ed Solomon, quien terminaría guionando cosas tales como Los Angeles de Charlie (2000) y Hombres de Negro (1997). También estaba de moda Volver al Futuro (1985), con lo cual Las Alucinantes Aventuras de Bill & Ted surge como un clon mucho más descerebrado.

Pero más allá del sorpresivo suceso de la película, no deja de ser una comedia tremendamente tonta. El argumento solo pone empeño en crear situaciones bobas una mayor que la otra, y ni siquiera el final es muy satisfactorio que digamos. Si bien está omitido, el humor de Las Alucinantes Aventuras de Bill & Ted es obviamente drogón, con gente completamente descolgada de la realidad y diciendo incoherencias – Bill & Ted parecen los abuelos de Wayne y Garth de El Mundo según Wayne (1992) -. Pero hay algo contagioso en el filme que termina por ganar al espectador y uno termina por festejarle las pavadas. Posiblemente sea la interpretación de Alex Winter y Keanu Reeves – vagos, bonachones, naif – lo que termine por poner en onda a la platea para comprar y festejar la idea; y el otro aspecto es la sucesión de crecientes apuestas delirantes que hace la película – la máquina del tiempo, el secuestro de los personajes históricos y el ponerlos en situaciones ridículas, el hecho de que la música de Bill & Ted termine por transformarse en una filosofía universal que salvará a la humanidad de la destrucción -. A pesar de su desprolijidad narrativa, la película triunfa porque es monumentalmente camp y termina por comprarse al espectador.

En los datos para la trivia, la máquina del tiempo que usan Bill & Ted es una cabina telefónica tal como la del Dr. Who. Está George Carlin, un habitual de los filmes de Kevin Smith como Dogma y Jay y Silent Bob Atacan de Nuevo; y como Napoleón figura Terry Camilleri, al que vieramos hace poco como el sufrido automovilista varado en el pueblo de dementes de Los Autos que Devoraron Paris.

BILL & TED

Bill & Ted’s Excellent Adventure (1989) – Bill & Ted’s Bogus Journey (1991) – Bill & Ted Face the Music (2020)