Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 2018: Bruce Greenwood (Batman / Bruce Wayne), Jennifer Carpenter (Selina Kyle), Scott Patterson (Comisionado James Gordon), Anthony Head (Alfred Pennyworth), Yuri Lowenthal (Harvey Dent), William Salyers (Dr Hugo Strange)
Director: Sam Liu – Guión: Jim Krieg, basado en la novela gráfica Ciudad Gótica a la Luz de Gas de Brian Augustyn & Mike Mignola
Trama: Ciudad Gótica, siglo XIX, en una versión alternativa de la historia. Un sádico asesino está causando estragos entre las prostitutas de la ciudad, enviando a los diarios notas narrando sus fechorías, y haciéndose llamar “Jack el Destripador”. La policía carece de pistas para ubicarlo y el único que parece tener chances para capturarlo es el Hombre Murciélago, un justiciero enmascarado que ronda la ciudad por las noches y aplica todo el peso de la justicia sobre criminales y perversos. Pero el Murciélago es el alter ego de Bruce Wayne, poderoso hombre de la alta sociedad, quien se ha liado sentimentalmente con Selina Kyle, una cantante del teatro de variedades. Luego de sobrevivir un ataque del Destripador – debido a la oportuna intervención de Batman -, Selina y el enmascarado se alían y buscan pistas que den con la identidad del sicópata. Pero el asesino ha probado ser un peleador mucho mas diestro que Batman, y quizás el próximo enfrentamiento culmine con la muerte del Murciélago y su improvisada pero valiente aliada, ya que el sicópata parece estar motivado por un odio que no es de este mundo, convirtiéndolo en una fuerza violenta, imparable y demoníaca.
Pareciera que al Universo Animado DC se le han terminado las ideas con el Batman tradicional – la mayoría de sus ultimas películas han sido flojas y no estaban basadas en novelas gráficas de renombre sino en invenciones de último momento -, y ha comenzado una etapa experimental que roza lo alucinógeno. Ahora es el turno de Batman: Ciudad Gótica a la Luz de Gas (que trae una versión victoriana y hasta steampunk de Batman), y luego seguirán con Batman: Ninja, despachando al encapotado y a una serie de villanos de siempre a la edad media en Japón, un delirio que puede ser un desastre atómico o una genialidad sin precedentes.
Batman: Gotham by Gaslight está basada en la novela gráfica de Brian Augustyn & Mike Mignola (sí, el mismo de Hellboy) que data de 1989. Es una de esas cosas raras con las que DC experimenta cada tanto, los Elseworlds donde Batman es vampiro, caballero medieval o viaja al futuro (de hecho Gotham by Gaslight inaugura la serie Elseworlds, aunque hacía décadas que la DC probaba, de vez en cuando, con historias experimentales en números únicos, mandando a sus héroes mas conocidos a otras épocas u otros mundos). Acá el encapotado se enfrenta a Jack el Destripador, pero no es un Batman que tomó un DeLorean y apareció en el siglo XIX sino que es directamente una versión victoriana del hombre murciélago. Hay versiones victorianas de James Gordon (comisionado de policía, cómo no), Harvey Dent, Selina Kyle / Catwoman y Poison Ivy como bailarinas de variedades, y hasta un Alfred que conduce un carruaje y recluta a tres chicos de la calle (Dick, Jason y Tim… ¿lo captan?) que ayudan al murciélago en sus misiones nocturnas. Pero salvo la novedad de las conversiones y el escenario victoriano, no hay nada acá que difiera demasiado de esas invenciones de fanáticos que ponían a Sherlock Holmes contra el Destripador, y que el cine y la literatura han plasmado en mas de una ocasión.
No hay muchos gadgets y, los que hay, no impresionan demasiado. Batman ahora es un tipo con una capucha standard y una capa de gentleman inglés, pero tampoco es brillante peleando – de hecho el Destripador le pega mas de una paliza -. La mayor novedad, en todo caso, es que hay sexo y sangre, lo que la hace mas adulta que lo standard. Selina y Batman / Bruce Wayne se alían, y van desenredando la trama aunque la revelación de la identidad del asesino es casi fortuita. Ciertamente es una gran sorpresa pero, por otro lado, este Batman es bastante desnatado – no es un genio investigando, da bastante vueltas, y es flojo como peleador – así que tiene poco de admirable.
Honestamente Batman: Gotham by Gaslight me pareció muy cuidada pero no demasiado entretenida. Es mas un experimento intelectual que una aventura realmente innovadora y excitante. La recomiendo como curiosidad, pero hay mejores filmes de Batman, y éste no deja una impresión muy duradera que digamos.