Crítica: Austin Powers (Austin Powers, International Man of Mistery) (1997)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 5/5: excelente Recomendación del EditorUSA, 1997: Intérpretes: Mike Myers (Austin Powers / Dr. Evil), Elizabeth Hurley (Vanessa Kensington ), Michael York (Basil Exposition), Mimi Rogers (Mrs. Kensington), Robert Wagner (Numero Dos), Seth Green (Scott Evil), Fabiana Udenio (Alotta Fagina), Mindy Sterling (Frau Farbissina), Charles Napier (Comandante Gilmour), Will Ferrell (Mustafa).

Dirigida por Jay Roach. Guion de Mike Myers. Musica de George S. Clinton y Quincy Jones. 94 minutos

Trama: En los años sesenta, el espía internacional Austin Powers junto a su compañera de tareas Mrs Kensington, dan con la guarida del cerebro criminal Dr. Evil, pero éste escapa en un cohete y se somete a un proceso de hibernación. Aguardando el regreso de su archienemigo, Powers también se somete a al mismo proceso hasta que el Dr. Evil reaparezca en el futuro. Ahora corren los años noventa, y el Dr. Evil regresa, lanzando una amenaza mundial de hacer explotar una cabeza atómica en el centro de la tierra si no satisfacen sus demandas. Powers será descongelado y junto con la hija de Mrs. Kensington se lanzará a la tarea de atrapar a Evil. Pero tanto Austin Powers como el Dr. Evil descubrirán que el mundo ha sufrido demasiados cambios en sus treinta años de ausencia.

Critica: Austin Powers (Austin Powers, International Man of Mistery) (1997)

Esta fue una película modesta y bienintencionada, que despegó lentamente y se convirtió en un gran éxito y en un film de culto..

Para 1997, la carrera del comediante Mike Myers era incierta. Surgido de las filas del legendario programa de TV Saturday Night Live (que también engendraría a figuras como Eddie Murphy, Chevy Chase, Dan Ackroyd, Bill Murray, Martin Short, Billy Crystal, John y Jim Belushi, y un largo etcétera), había conseguido un éxito resonante con la adaptación de su sketch Wayne´s World a la pantalla en 1992. Pero, tras un par de fracasos cinematográficos (por ejemplo, So I Married an Axe Murderer (1993)), y tras el fallecimiento de su padre, el cómico quedó sumido en una profunda depresión. Y, de pronto, comenzó a pensar en un homenaje hacia su padre (un canadiense vendedor de enciclopedias), que era gran fanático tanto de las comedias inglesas de los 60 (Peter Sellers, Monty Python, etc) como de las películas de espías. Sumado a los gustos anglófilos de Myers, pronto el proyecto se transformaría en este film, que sería producido – entre otros – por Demi Moore, y que sería un resonante éxito de taquilla.

Ciertamente no es la primera pelicula que ha parodiado al género de espías (o super espías). En los 60 cientos de films de segunda y tercera categoría – generalmente europeos – se acercaron al género, en plena Bondmanía. De todos ellos, el más exitoso sin duda alguna fué Our Man Flint y, en segundo lugares no por calidad sino por el tamaño del desastre cinematográfico que fueron, vienen relegados los films de la serie Matt Helm y por supuesto Casino Royale (1967). Myers al igual que su padre no sólo devoraría estos films, la secuela de Flint In Like Flint así como la serie de Harry Palmer (Ipcress File (1965), Funeral in Berlin (1966), The Billon Dollar Brain (1967)) y por supuesto la serie Bond. Y generaría no sólo una gran comedia, fresca e inteligente, sino que desataría su propia moda de imitadores (como la brillante Undercover Brother – 2002 – dirigida al género del blaxpoitation, y peores como Agent Cody Banks y Johnny English entre otros), desarrollaría el status de film de culto, y se despacharía con dos secuelas más, cada vez con mayores recursos de presupuesto pero menor creatividad. Y, si lo incluímos como destacado en este sitio, es porque ciertamente desarrolla apuntes muy inteligentes – en tono de parodia – sobre el cine de super agentes, la decadencia de las rutinas del mismo, y por ser la mejor comedia de espías en más de 40 años de existencia del género, equiparándola al mismo nivel que su inspiradora, Our Man Flint .

El enfoque de Myers no es tanto una parodia a James Bond sino hacia quienes lo han parodiado. Hay más reminiscencias de Matt Helm y Derek Flint que del super agente británico. Claramente se ve en la escena inicial en la discoteca, visiblemente influenciada por la estética de la boite de Murderers Row (cuando Dean Martin le quita el prendedor bomba a Ann Magret), y en sus decorados sicodélicos. También resulta obvio que el Dr. Evil está basado en el Blofeld de Donald Pleasence de You Only Live Twice. Y muchas de las escenas se vinculan con un film u otro, tanto de James Bond como de sus imitadores:

  • el descongelamiento de Austin Powers es tomado de Dr. No (la escena de descontaminación con Ursula Andress)
  • el tono de teléfono es el mismo del que usaba Lloyd Cramdem – el jefe de Flint – para hablar con el Presidente en Our Man Flint.
  • el look tanto de Mrs Kensington como de su hija Vanessa es el de Emma Peel, de la serie The Avengers
  • el Dr. Evil preside una organización similar a Spectre, y se libra de miembros desleales tal como lo hacía Blofeld en Thunderball
  • Powers luce un velludo pecho, igual que Sean Connery
  • el Dr. Evil tiene un ayudante coreano llamado Random Task (tarea aleatoria), idéntico a Oddjob (trabajo desagradable) de Goldfinger, pero lanza zapatos en vez de sombreros
  • Austin Powers usa anteojos similares a los de Michael Caine en la serie Harry Palmer
  • el ayudante del Dr. Evil, Numero Dos (Robert Wagner) está basado en el Emilio Largo de Thunderball
  • el tema del film es precisamente The Look of Love de la película Casino Royale
  • muchas escenas toman diálogos tanto de Goldfinger como de You Only Live Twice
  • cuando el Dr. Evil está por lanzar una bomba, usa un traje similar al Dr. No
  • Powers trabaja públicamente como fotógrafo, de igual modo que Matt Helm en sus películas

Y por supuesto, hay muchas referencias y guiños más, dirigidos a fans y especialistas. Pero ello no bastaría para que el film tuviera importancia sino fuera por el tono de burla del guión, que muestra que tan decadente es la formula del género desarrollada en los 60. Las mujeres son más liberales e independientes, ya no hay promiscuidad y debe tomarse precauciones con el SIDA, y todo el mundo se ha vuelto mucho mas cínico. Y si bien el film se perfila sobre Austin Powers, intentando adaptarse a esta nueva realidad, no es sino cuando posa sus ojos en el Dr. Evil que resulta hilarante y que muestra – en gran forma – lo desfasado que está la fórmula. Los diálogos de Evil con sus secuaces no tienen desperdicio. ¿Para qué amenazar al mundo si Numero Dos ha desarrollado una megacorporación que genera miles de millones de dólares (y que puede resultar más maligna que el chantaje mundial)?. ¿Por qué no matar al super agente de un disparo, y sí dejarlo en una super trampa a su azar – del cual se librará indefectiblemente?.

Especialmente las escenas entre el Dr. Evil y su hijo cuasi punk son brillantes, ya que Scott viene a ser la voz de la lógica de todos los espectadores presentes. Y por supuesto, las escenas que uno nunca imaginó cómo terminarían, como cuando los villanos se ríen de su plan… durante demasiados minutos.

Ciertamente no todo es exitoso en el film. Hay bastante humor escatológico (no siempre gracioso), y Myers tiene tendencia a alargar demasiado ciertos chistes. Pero, por otra parte, Myers construye dos personajes realmente adorables (especialmente el Dr. Evil – originalmente planeado para Christopher Walken – ), y una gama de secundarios sin desperdicio. La banda sonora es excelente, con temas que claramente homenajean a los soundtracks de Bond así como de sus imitadores (Secret Agent Man, por ejemplo), y cuando no visualmente con la sicodelia de Los Beatles (como la secuencia de créditos) con el tema de Quincy Jones. Y cuando un film tiene escenas, frases, poses que todo el mundo recuerda, repite e imita, es claro que estamos ante un film de culto. Se nota que es una película inspirada con cariño hacia sus personajes, y es una lástima que la serie no mantuviera este nivel, culminando (momentáneamente) en la desastrosa Goldmember (2002).

5 CONNERYS: La mejor parodia del cine de espías en 40 años. Brillante y delirante, con frases y escenas para el recuerdo. CIertamente un film favorito, de culto, que parodia inteligentemente la decadencia de la formula utilizada en los 60.

LA SAGA DE AUSTIN POWERS

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