Crítica: El Ataque de los Dragones (2004)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2007: Maxwell Caulfield (Silas, el cazador), Angel Boris Reed (Medina), John Rhys-Davies (rey Fastrad), John Hansson (rey Wednesbury)

Director: Stephen Furst, Guión: Patrick Phillips y Sam Wells

Trama: Una serie de meteoritos cae en las tierras del rey Fastrad. Los mismos resultan ser huevos de dragones, y las criaturas se liberan debido al impacto. Con su reino arrasado, Fastrad invoca la protección del vecino rey Wednesbury y les advierte de la amenaza. Pero Fastrad planea secretamente aprovechar el vaciamiento de fuerzas de Wednesbury – que se han volcado a la caza de las bestias – para tomar el poder y encerrar al rey. El cazador Silas, quien comanda la cacería, ha escuchado el plan. Y ahora Silas no sólo deberá lidiar con el fulminante poder de las criaturas sino con la posible traición de fuerzas leales a Farstrad, quien desea silenciarlo como testigo.

El Ataque de los Dragones – Hermoso castillo, ¿verdad, mi Rey?

– Los he visto mejores. – responde John Rhys-Davies.

Y sin dudas sus palabras son proféticas. Quizás acuciado por alguna deuda grande de gas o luz es que Rhys-Davies – actor digno si los hay, Gimli en El Señor de los Anillos – aceptó un papel semejante en este nuevo esperpento del Sci Fi Channel.

Seamos honestos; El Ataque de los Dragones no es el peor filme que haya generado la productora, pero tampoco llega a la categoría de potable. Uno presiente que hay algunas buenas ideas mezcladas en un guión espantoso, con mala dirección de actores, diálogos horrendos y un presupuesto risible. El problema es que los defectos son tantos que matan toda virtud posible, por ínfima que parezca. Al lado de Stephen Furst – un actor estable de la serie Babylon 5 que acá hace sus primeros pininos como cineasta -, Uwe Boll es Stanley Kubrick. Así de simple.

En momentos como éste, me acuerdo de sitios como BadMovie.org, que tenían una manera particular de comentar los filmes malos. Aquí hubiera resultado más o menos así:

COSAS QUE HE APRENDIDO CON EL ATAQUE DE LOS DRAGONES

  • Los reyes viven en ruinas, sin importar cuán pobres o ricos sean
  • No importa cuan peligrosa o ridícula sea la escena, los reyes siempre deben tener puesta su corona. Y, en lo posible, de latón dorado
  • Los secundarios tienen mejores diálogos y son mas heroicos que los protagonistas (por eso, mueren antes)
  • La calidad de los CGI es inversamente proporcional a la cantidad de extras que se pueden contratar
  • El axioma presupuestario define que 20 hombres pueden derrotar a 100, pero 3 pueden derrotar a esos 20 (el problema es que los extras anteriores ya han sido despedidos y sale muy caro volver a contratarlos)
  • Los dragones son alienígenas y vienen volando en huevos desde el espacio (¿tanta fuerza tienen las hembras para poner los huevos?)

Sí, amigos, los dragones son aliens. El problema de arranque es que, en el mundo de la fantasía los dragones tienen origenes místicos / míticos. Si bien no está del todo mal la teoría que intenta aplicar el film, ver a los huevos flotando por Saturno y yendo hacia la Tierra resulta completamente chocante (es algo que pertenece a una película de ciencia ficción). Para colmo lo que sigue es una sucesión de ataques con cámara fija y en slow motion – como un capítulo malo de El Hombre Nuclear – que termina por aburrir (uno ya puede anticipar al cabo de cinco minutos que, cuando empieza a rodar en cámara lenta, algún extra caerá quemado por el aliento de las criaturas). Se le suma John Rhys-Davies que hace de cobarde y retorcido traicionero. Si bien Rhys-Davies aporta su cuota de dignidad, las líneas a las que se ve forzado son realmente tristes. Un tercio del film lo perdemos tras su pista, viendo a un montón de extras en los restos de una abadía que dice ser el castillo real – con paredes y techos venidos abajo -. Seguimos sumando puntos con un elenco plagado de disfraces baratos y malos peluquines, actores que apestan (el mejor papel que ha logrado Maxwell Caufield en su carrera ha sido imitar a James Bond en el videogame 007 Nightfire), héroes imbéciles, heroinas inútiles en pura pose fashion, y ataques masivos con 5 hombres. Realmente una lágrima.

Lo que la hace más potable que otros filmes del Sci Fi Channel es que al menos los CGI son aceptables, y algunos ataques están bien dirigidos. Algunas ideas y diálogos no están del todo mal. Y en la mediocridad general termina por entretener sin matar demasiadas neuronas en el camino. Pero uno supone que todo el argumento podría haber sido mejorado – el héroe podía ser más valiente, podían reclutar a los guerreros mediante un campeonato de arquería, lanzarse a la aventura de cazar a los dragones en vez de las intrigas idiotas de palacio, pulir mejor a los personajes -, y obtener mejores resultados con los mismos recursos. El resultado final va de lo pasable a lo tan malo que resulta risible… y entre ambas cosas dan pie a una película que se puede tomar como un pasatiempo no muy serio así como una fuerte candidata para despellejarla viva un sabado a la noche, con amigos y varias cervezas encima. De todos modos el nivel camp de El Ataque de los Dragones no llega siquiera al de Plan 9 del Espacio Exterior, por citar otra atrocidad que resulta muy divertida, pero por los motivos equivocados.