Volver al Indice – artículos sobre Cine Fantástico / un artículo de Alejandro Franco
Soy un tipo inteligente y, sobre todo, persistente. Tercera vez que veo Tenet, tercera vez que plancho sobre el piso. Buscando material por toda Internet logré encontrar gráficos y teorías que aclaran un poco el panorama… excepto que no logran explicar el principal: ¿cómo la gente del futuro manda mensajes y objetos al pasado?.
Antes que nada, este artículo está destinado a toda esa pobre gente que, como yo, quiso entender Tenet de Christopher Nolan y no pudo. Y la vió una y otra vez, se encandiló con los efectos especiales… y siguió si encontrarle sentido.
En primer lugar resolveremos lo obvio, que es el bodrio de las idas y vueltas en el tiempo de los protagonistas. Este diagrama, hecho por Chofy Lin, simplifica enormemente la comprensión de cómo es que esta gente aparece duplicada o triplicada en distintos puntos del filme (lo recomiendo ver en en pantalla de PC o notebook).
Si tomamos la palabra de Michael Caine, el acontecimiento inicial ocurre el día 14 – que es el dia que Sator (Kenneth Brannagh) planea suicidarse, lo cual activa una explosión en su abandonada ciudad natal y enterrando el “algoritmo” (ese dispositivo con forma de Lego Art Decó, hecho con 9 piezas que recolectó durante años y que forman ahora el Dispositivo del Juicio Final, el aparato que cambiará la entropía de todo el planeta y hará que toda la historia vaya en reversa) -. En ese momento también ocurre el asalto a la Ópera de Kiev, cuando Neil (Robert Pattinson) salva al Protagonista (John David Washington), y cuando – en la otra parte del mundo – Kat (Elizabeth Debicki) ve a la amante (que resulta ser ella misma) saltando del yate en la costa de Vietnam. Prácticamente todo el filme es un ida y vuelta al día 14, sólo que en distintos tiempos / lugares del mundo. El diagrama prácticamente te salva la vida y precisás tenerlo a mano la próxima vez que vuelvas a ver Tenet.
Pero, al final, ¿la historia de Tenet tiene sentido?.
Y la respuesta es un flagrante “NOOOO”.
¿Cómo nace Tenet?
Imaginemos que terminamos de ver la película y ahora la Warner, desesperada de dinero, obliga a Christopher Nolan a filmar la secuela. Esto es, cómo se formó la organización Tenet y cómo llegamos a comernos 2 horas y media entendiendo el 30% de las cosas.
Si seguimos el final, encontramos que Washington ha descubierto que él es el fundador de Tenet. Por lo que vimos en el filme Tenet tiene barcos, ejércitos, espías, armamentos, laboratorios, etc, o sea que es una organización enorme. ¿Cómo un agente armado de una pistola y unos pocos dólares podría financiar todo eso?. Apliquemos la lógica y digamos que la Debicki heredó la fortuna enorme de Sator, con lo cual decide ayudar al pobre Washington financiando su agencia de espionaje ultrasecreta.
Hasta ahí, todo ok. Pero comienzan los problemas. Si Washington derrotó a Sator / Brannagh (usando una pinza temporal, es decir, un ataque en dos frentes: tiempo lineal y tiempo invertido), en un futuro donde no existe Sator entonces Washington debería interceptar primero el mensaje del futuro de cómo armar el Dispositivo del Juicio Final. Suena bastante estúpido porque Washington (en ese momento) ya tiene la mayoría de las piezas – el resto lo tiene Aaron Taylor Johnson – pero supongamos que sí, que interceptó el mensaje. ¿Y cómo diantres interceptó el mensaje?. Si en este universo no funcionan las máquinas del tiempo tal como conocemos – digamos, el DeLorean de Marty McFly -, un tipo del futuro debe haber cambiado su entropía para ir en reversa durante años y llegar a la época actual. Como el futuro que Nolan indica no está especificado, no sabemos si hablamos del año 2200, 2500 o 10.000. Si asumimos que es a finales del siglo XXI, un tipo de 30 años se metió en un aparato “torniquete” que cambia la entropía y tuvo que haber caminado en reversa a lo Michael Jackson unos 70 años hasta llegar a nuestra época para darle el mensaje a alguien o dejarle siquiera un paquete con la advertencia. Y como el cambio de entropía supone que debe respirar su propio oxígeno, precisaría un suministro del tamaño de un hospital amén de poder financiar la operación (supongamos que viene con una tonelada de oro).
Ahí es donde vienen los dolores de cabeza. Asumimos que Washington intercepta el mensaje, descubre que hay un arma de destrucción masiva en el pasado – dispersa por todo el mundo – y hay que recopilar las piezas. Esperen… se nos presenta de vuelta el mismo problema de no tener un DeLorean a mano!. Si la brillante científica del futuro creó el aparato, se dió cuenta del horror que inventó, lo desarmó y desperdigó sus piezas por todos lados en el pasado, también debería haber hecho el viaje inverso – vivir en una carpa de oxígeno con víveres y caminando para atrás – como unos 80 años, amén de ir por medio mundo tirando las piezas en los lugares más recónditos y super vigilados de la Tierra (que serían silos nucleares de la era soviética para camuflar la radiación). Como si Putin te dejara ir de turismo a todos los silos de misiles que ahora apuntan a Ucrania y el resto de Europa. No sólo es idiota, sino que podría haber destruido el aparato en vez de tomarse semejante molestia (no es que esté hecho de Vibranium, Adamantium o Stalinium!). Como sea, dejó migajas por todos lados y luego se suicidó.
Si Washington interceptó al mensajero del futuro, supo del mensaje y liquidó al mandadero, entonces usará Tenet (en especial los torniquetes que sobrevivieron a la caída de Sator; no deben ser difíciles de hacer porque requieren poca radiactividad modificada y los tipos del futuro le mandaron los planos y el procedimiento para construirlos) para cambiar la entropía y mandar mensajeros al pasado, dejarle oro y pistas a Sator y hacer que éste haga el trabajo sucio de volverse millonario y poner toda su fortuna al servicio de buscar las piezas. Pero Sator encuentra el primer mensaje cuando es un pibe de 20 años… así que Washington tuvo que mandar gente del futuro mediato (cuando Tenet comenzó a operar) a que hagan el paso lunar de Michael Jackson durante décadas hasta llegar a la adolescencia de Sator cuando trabajaba en la limpieza de restos de plutonio durante la explosión de su ciudad natal. Porque es mucho mas probable que esos mensajes se los haya dejado Washington antes que la gente del futuro – la que posiblemente precisaría dos generaciones (que el viajero en el tiempo tenga, a su vez, un hijo) para que alguien pueda llegar con vida hasta 1960 / 1970, el año en que Sator joven se topó con la primera valija con mensajes -.
Y toda la lógica del asunto pende de un hilo porque Washington podía haber matado a Sator ni bien recuperó cinco piezas y procediera a destruirlas, total las restantes no le servían para armar el dispositivo final. Pero no, había que llegar hasta la última pieza, en el último segundo con la última bala para poder detenerlo, sino no habría clímax en el filme.
Por esas cuestiones – que Nolan camuflan con mucha acción y palabrería científica – es que Tenet no tiene sentido. El algoritmo es un vulgar McGuffin (un objeto que todos quieren, pero que no tiene sentido el por qué existe). Sator no lo quiere – o no sabe – activar para volar el mundo ya, simplemente quiere enterrarlo en un lugar que la gente del futuro (o Washington) ya conoce y puede ubicarlo más adelante en el tiempo (y eso lo ratifica la Wikipedia: no es que Sator va a activar el dispositivo sino que va a dejarlo en un “buzón secreto” como cuando los espías dejaban objetos y mensajes en la Guerra Fría en un punto neutral; de lo contrario… ¿por qué el matón de Sator no lo activa directamente en vez de esperar a que el viejo se muera???). Si el futuro está tan contaminado, activar el arma es una venganza contra la humanidad… que no tiene tampoco mucha lógica. Pensemos en un cambio de entropía a nivel planetario: la Tierra gira en sentido contrario, el aire va en sentido contrario, la gente camina para atrás y rejuvenece hasta convertirse en bebés y luego morir (¿o dejan de respirar porque todos precisan oxígeno?), las semillas nunca crecen… todos hablan del apocalipsis pero nadie sabe explicar qué corno pasaría con la entropía invertida.
Y por supuesto está el enrolamiento de Neil, que gana millas por viajero en el tiempo. Aunque lo reclutes en el 2040, el tipo tiene que hacer 20 años en reversa para llegar a la época actual, así que llegaría hecho un sesentón y no un tipo de 35 años. No tiene lógica porque en el universo de Nolan la única manera de viajar en el tiempo es cambiar la entropía (el sentido de las cosas) pero el tiempo transcurre a velocidad normal incluso yendo en reversa. Incluso mandando a Neil en el tiempo para que orqueste los cimientos de Tenet en el pasado (así Washington puede reclutarse a sí mismo… qué cosa idiota la de ser torturado y arrancado los dientes y obligado a tomar una píldora de cianuro falsa si lo pueden convencer de una manera más fácil, mostrando la bala que se mete sola en la pistola).
No, no. Tenet no tiene sentido. Es igual que Primer, otra película que ilustraba una novedosa forma de viajar en el tiempo, pero que le escupía en la cara al espectador a la hora de darle una explicación sencilla – se relamía en su propia intelectualidad con profundas charlas de física sin bajarle línea simplificada al público -. Tenet no es tan indignante o arrogante, pero es incomprensible y plagada de agujeros de lógica gigantes – relacionados con el origen de la organización y del McGuffin de marras -, a los cuales Nolan complica más con un montón de escenas de acción extremadamente complejas y, en algunos casos innecesarias. Tomen el caso del Goya falsificado de la Debicki. Es una vulgar excusa para que Nolan introduzca el nombre de Arepo, el falsificador / amante de la Debicki, sólo por el simple hecho de hacer figurar todos los nombres que figuran en el enigmático Cuadrado de Sator, un enigma con palíndromos que existe desde el año 60 Después de Cristo y en donde aparecen todos las palabras / nombres que figuran en el filme: Rotas, Sator, Tenet, Opera, Arepo.
El Cuadrado de Sator o Enigma de Sator. Es un cuadrado lleno de palíndromos – palabras que se leen igual al derecho y al revés – que data del año 60 AC. No hay una teoría definitiva sobre por qué existe ni se sabe quién lo creó. En teoría lo usaban los cristianos fugitivos durante la persecución de los romanos tras la muerte de Cristo para dejar mensajes secretos o dar señal de que estuvieron allí. El Cuadrado de Sator se usó durante siglos, apareciendo incluso en edificios construidos en la Edad Media (posiblemente como cábala o señal secreta de que el arquitecto era cristiano). Una teoría dice que con esas letras se arma una cruz que dice PATER NOSTER y sobra una O y una A, que indican Alfa y Omega, Principio y Fin, que sería Dios (principio) y Jesucristo (hijo, como el fin). Como sea, Nolan agrega escenas y escenas a Tenet para poder utilizar todas las palabras del Enigma. El filme arranca en la Opera de Kiev, el villano se llama Sator, tiene una empresa constructora llamada Rotas , el amante de la mujer de Sator se llama Arepo y la organización que protege el tiempo se llama Tenet.
Pero la extorsión a Debicki era innecesaria, solo precisábamos mostrar que el ruso es un esposo golpeador y sádico. Eso eran 20 minutos menos de filme, incluyendo el gratuito viaje al puerto libre de Oslo que solo sirve para mostrar que Sator tiene un “torniquete” (aparato que cambia la entropía) allí. Después el contacto con Priya, la traficante de armas india, bien podía haber sido en una cena casual – James Bond siempre se topa con sus villanos así – en vez de un elaborado asalto en bungee a su penthouse. Lo más gracioso de todo es a) Priya pertenece a Tenet desde el vamos pero igual le vende armas a Sator, y b) toda la compleja operación de asalto al penthouse no sirve para nada (teóricamente Priya era mas difícil de ubicar / contactar que Bin Laden), ya que después encontramos a Priya en el muelle, en una procesión religiosa,… poco más que hasta en el supermercado. Hay un montón de escenas de acción que son prácticamente mini películas de acción (fascinantes y bien hechas, hay que admitirlo), pero que están tan plagadas de detalles para cometer tal o cual operación, y que te complican la vida especialmente cuando todavía estás intentando digerir por qué la bala vuelve sola a la recámara de la pistola, o qué diablos pasó en la Ópera de Kiev (escena que solo existe para incluir la palabra opera en el libreto – si, del dichoso Cuadrado de Sator -).
Tenet es una experiencia frustrante. Cuando se muera Nolan (espero que dentro de muchas décadas, ya que es un cineasta supremo y no quiero que le pase algo ya que es un generador serial de obras maestras), seguramente se seguirá riendo desde el Más Allá viendo como toneladas de intelectuales, estudiantes universitarios y cinéfilos siguen quemando horas de sueño y teniendo acalorados debates intentando descifrar su jeroglífico cinematográfico (¿el Cuadrado de Nolan?) que no termina de tener sentido si uno lo ve en el panorama general – es decir cómo se creó Tenet, el Dispositivo del Juicio Final y como el Protagonista mandó mensajes al pasado para obtener las piezas y reclutarse a sí mismo -. En todo caso Tenet es un rompecabezas intelectual que le hace honor a su inspiración – el Enigma de Sator; un jeroglífico que se muerde su propia cola – que se regodea en la originalidad de sus mecanismos narrativos, pero cuya historia pura y dura tiene problemas de lógica al inicio, durante el filme y especialmente al final. Y aún con todo esto, lamento decirlo, sigo sin calificarla porque sigue sin tener sentido para mí.