Artículos: Realidad vs Ficción: Superman o la utopia del alienigena de existencia imposible

Volver al Indice – artículos sobre Cine Fantástico / un artículo de Alejandro Franco

¿Qué pasa si echamos una mirada realista sobre el mas prominente de los superhéroes?. ¿Puede resistir un análisis cínico de un público moderno?. Revisamos la mitología de Superman y nos imaginamos cómo podría haber sido el hijo de Kripton si hubiera sido creado en nuestra época.

Realidad vs Ficcion: Superman... o la utopia del alienigena de existencia imposible

Desde su aparición en 1932, Superman acaparó las miradas de todo el mundo. Era la cabecera de playa de un nuevo género, el de los superhéroes, el cual terminaría por eclosionar durante la Segunda Guerra Mundial y, tras un período de decadencia, terminaría por reinventarse a finales de los años 50, fenómeno que continúa hasta el día de hoy.

Es el héroe mas poderoso del mundo del comic; su fuerza y sus habilidades carecen de parangón, y quizás por ello arrastra una serie de incompatibilidades que hoy resuenan en la mente de los públicos modernos, menos ingenuos y mas escépticos que en décadas pasadas.

Así como admiro las historietas y las películas de Supermanen especial, las de Christopher Reeve -, por otra parte siempre he tenido cierta sensación de incomodidad respecto del personaje. Respetar la mitología no implica desconocer las incongruencias que la existencia de semejante personaje tendría en el mundo real. Hace poco – en una reseña del filme Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos – hice acotaciones sobre el tema, y ahora siento que debo expandirlas y volcarlas a un artículo para que queden como material de discusión en algún foro de acalorado apasionamiento comiquero.

La existencia de Superman sólo podría ser posible en un mundo de tecnología relativamente básica, como era la Tierra en los años 30 – sin Internet, celulares, satélites, etc -. Hoy tendríamos a la NASA observando la explosión de Kripton, rastreando el itinerario de la nave de Kal-El hasta la Tierra y, en contacto con otras agencias del gobierno, despachando una horda de Hombres de Negro a ubicar la nave y apresar al alienígena – creo que hay una miniserie de la Marvel que inventa una mitología similar (y mucho mas realista) de un alienígena humanoide similar a Superman y su eventual llegada a la Tierra -. El extraterrestre sería criado por el gobierno y evetualmente se transformaría en su arma secreta, presta a utilizar contra los enemigos del régimen de turno.

Pero si la existencia de Superman requiere ingenuidad – ¿por qué el gobierno no lo rastrea hasta la granja de los Kent?; ¿Cómo no hace un perfil computarizado y descubre que el alienigena es idéntico al prestigioso reportero Clark Kent?; ¿cómo no sabe que Kent no estudió periodismo, no posee una partida de nacimiento / adopción válida, o cómo aceptaron a un reportero novel en uno de los diarios mas prestigiosos del planeta, y terminaron dándole artículos de primera plana simplemente porque el tipo “sospechosamente” siempre está cerca del lugar de los hechos donde aparece Superman? -, sus habilidades requieren un enorme esfuerzo de suspensión de la credibilidad. ¿La piel de Superman es indestructible, pero puede cortarse las uñas y el pelo?. ¿Cómo un tipo todopoderoso puede tomar una taza o abrazar a alguien sin destrozarlo?. Sería necesario que Kal-El hubiera practicado alguna disciplina tipo Tai Chi para mantenerse contenido, paciente y a la vez limitado respecto del uso de su fuerza y, especialmente, de frenarse al contemplar situaciones que podría sofocar en dos segundos con un simple chasquido de sus dedos. ¿Por qué no detiene brutales dictadores africanos?. ¿Por qué no siembra miles de semillas y corta de raíz el hambre en el mundo?. En cambio, prefiere ocuparse de pequeños ladrones o tipos de poca monta que atentan contra la vida de Lois Lane. Superman, en esencia, es un individuo tremendamente egoista que se ocupa del árbol (la ciudad de Metropolis) pero no del bosque, el cual sería el mundo entero.

Si sus habilidades físicas me parecen cuestionables y reñidas con todo tipo de lógica – ¿por qué vuela?; si tiene un poder telekinético que maneja su cuerpo a voluntad como si fuera un objeto, ¿por qué no mueve con la mente otros objetos?; ¿cómo es que cambia la velocidad en pleno vuelo?; ¿cómo vuela en el espacio sin impulsores de algún tipo que desplacen materia en el vacío?; ¿si respira en la Tierra, cómo sobrevive en el vacío cósmico? -, su moralidad es un punto álgido de debate. Siempre Superman se ha erigido como el último Boy Scout, el niño explorador que ayuda a todos en situaciones extremas pero… ¿por qué?. La mayoría de los superhéroes no dejan de ser humanos corrientes tocados por alguna varita mágica del destino, y los cuales poseen una estructura moral ya formada, familia y amigos establecidos, y un sentido de la mortalidad firmemente establecido. Si conoces el dolor, entiendes el limite de tu poder. Pero Kal-El nunca sangró, fue criado por terrícolas ajenos a su raza – ¿cómo hicieron para imponerle algún tipo de castigo en su juventud?; ¿el joven Kent nunca se portó mal, hizo travesuras, o se rebeló contra sus padres de alguna manera? -, los cuales tendrían sus defectos como cualquier humano… errores que saltaron una generación y deben haber hecho carne en el joven adoptado. Pero el mayor problema que tengo con Superman es cómo el todopoderoso alienigena puede mantener su humanidad a lo largo de los años. La visión de Kal-El respecto de los humanos no difiere demasiado de la de un hombre respecto de las hormigas. En cualquier momento puede exterminarlas porque las considera una amenaza potencial o puede avallasarlas al considerarlas infantes que precisan un liderazgo fuerte e incorruptible. El dilema del Doctor Manhattan – el emblemático personaje de Watchmen, el cual va entrando en un limbo moral a medida que percibe que nada de lo humano lo satisface, y que él se encuentra en un nivel superior tan lejano como intocable – nunca recae sobre Superman. Nunca se harta de nosotros, nunca se enfurece, y quiere el contacto humano por encima de todas las cosas. La unica manera en que semejante autocontrol funcione, es que Superman resulte la versión alienígena (y mas mundana) de Jesucristo, un individuo iluminado con una visión radicalmente diferente a la del resto de la humanidad y que tenga una misión de pastor en nuestro mundo, destinado a sembrar un mensaje. Pero Superman es egoista y sólo piensa en Lois Lane, Metrópolis, y dejar que el resto de la humanidad se arregle como pueda.

Los puntos polémicos abundan – ¿alguien pensó en perspectiva qué pasará cuando Superman envejezca y empiece a perder sus facultades mentales?; ¿qué hariamos con un alienigena indestructible demente, suelto y destruyendo cosas por allí? -, y creo que en Superman son mas evidentes que en cualquier otro personaje de comic. Desde Thor a Linterna Verde, desde Batman a Spiderman, los superhéroes poseen su grado de limitaciones, racionalidad y coherencia, y podrían existir en nuestro mundo actual; pero Supermanese que agarra los aviones Jumbo desde la cola, o que levanta camiones tomándolos por los paragolpes… todo ello sin que se le desarmen los vehículos y desafiando a las leyes de la física por encima de todas las cosas – es una incongruencia ambulante, la cual sólo podemos obviar debido a la espectacularidad de sus andanzas.