Crítica: Aquaman (2006)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2006: Justin Hartley (Arthur Curry), Lou Diamond Phillips (Tom Curry), Denise Quiñones (teniente Rachel Torres), Rick Peters (agente del FBI), Ving Rhames (McCaffery), Adrianne Palicki (Nadia)

Director: Greg Beeman, Guión: Alfred Gough & Miles Millar, basados en el personaje de la DC Comics creado por Paul Norris y Mort Weisinger

Trama: Arthur Curry es un joven adolescente que vive en los cayos de la Florida. Sin embargo, el muchacho desconoce que se trata en realidad de Oren, el príncipe heredero del reino submarino de la Atlántida. Sus padres lo encontraron flotando a la deriva en el océano cuando era niño, y lo adoptaron sin contarle nunca su verdadero origen. Pero ahora se ha topado con McCaffery – un guardiafaros de la zona, y también atlante como él -, quien le empieza a revelar secretos sobre su pasado. Y pronto el joven Curry descubritá que se encuentra en peligro ya que una facción beligerante de los atlantes lo considera un obstáculo para sus planes de conquistar el mundo de la superficie.

Aquaman Aquaman nació en noviembre de 1941 de la mano de Paul Norris y Mort Weisinger. Ha sido un superhéroe longevo pero nunca demasiado popular, quizás por lo modesto de sus poderes – respirar bajo el agua, comunicarse telepáticamente con las criaturas marinas, nadar a supervelocidad -. Inicialmente era un atlante y sus aventuras se restringían al océano; pero en una revisión ocurrida en 1959 se le dió una doble identidad – tal como Superman, he aquí otro mutante adoptado por una familia humana -, y esos lineamientos son los que se mantienen hasta ahora.

La versión que ahora comentamos es un piloto desarrollado por los productores de la serie Smalville – Alfred Gough y Miles Millar – para la cadena televisiva de la Warner en el 2006. Pero en esa época la Warner se estaba fusionando con la cadena UPN, y como resultado la nueva directiva decidió no darle luz verde a la producción de una tira basada en el personaje.

Y es una verdadera lástima, ya que el piloto es un show pleno de inteligencia y adrenalina. Está lleno de decisiones acertadas, como la elección del carismático Justin Harley como el personaje del título (parece un Ben Affleck adolescente y rubio), y varios secundarios realmente efectivos como Lou Diamond Phillips y Ving Rhames. No sólo las performances son buenas, sino que la historia en sí hace pedir más. Tal como comentó en su momento Millar, el hecho de que la mitología de Aquaman no sea tan conocida – ni tan dogmática como sucede, por ejemplo, con el origen de Superman – les daba un montón de espacio para maniobrar y crear. El enfoque que adoptan aquí es brillante: no hay trajes de spandex, no hay super villanos, todo está asentado en la realidad, y las revelaciones van poco a poco. El descubrimiento gradual de poderes, algunas incógnitas que parecen dignas de la serie Lost – como la aparición progresiva de gente que había desaparecido en el Triángulo de las Bermudas hacía muchísimos años -, y algunas criaturas de pesadilla que surgen del mar y empiezan a perseguir al muchacho. Todo esto condimentado con diálogos con verdadera chispa. Incluso el momento en que Ving Rhames comienza a explicarle a Justin Harley toda la mitología de la Atlántida – que supone un riesgo para la credibilidad de toda la historia, ya que es despacharse con una dosis densa de sanata – está desarrollado con una altura que es admirable. Y por si fuera poco, al momento de la acción las cosas están filmadas con virtuosismo. La secuencia en que Arthur juega una “carrerita” con el F-16 – él bajo el agua, el avión obviamente en el aire – es digna del aplauso.

Es obvio que la dupla de Gough y Millar pusieron toda la carne en el asador, y el piloto lo demuestra con virtudes de sobra. Es admirable todo lo que han logrado comprimir en tan sólo 42 minutos de duración. Si no le han dado luz verde, es porque los estudios están manejados por simios lobotomizados enfundados en trajes de marca. Pero desde ya, uno espera que se produzca el milagro y que Aquaman obtenga el visto bueno. Ya sea como serie o bien como largometraje para la pantalla grande, el proyecto de Gough y Millar está manejado con una clase que resulta sobresaliente para lo que son las adaptaciones de comics. No sólo es fiel a la comunidad de fans del personaje, sino que también es lo suficientemente abierta y atractiva como para tentar a la mayoría del público que no se encuentra relacionada con los comics.

AQUAMAN

Aquaman (piloto de TV, 2006) – Aquaman (2018)