Crítica: El Planeta de los Simios: Confrontación (2014)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2014: Andy Serkis (Cesar), Jason Clarke (Malcolm), Toby Kebbell (Koba), Gary Oldman (Dreyfus), Keri Russell (Ellie), Nick Thurston (Ojos Azules), Kobi Smit-McPhee (Alexander)

Director: Matt Reeves, Guión: Mark Bomback, Rick Jaffa & Amanda Silver

Trama: Año 2026. Ya han pasado 10 años desde que una horda de simios genéticamente mejorados huyera de un laboratorio de San Francisco y liberara un virus durmiente en su sangre, el cual se ha esparcido por todo el planeta y ha diezmado a la raza humana. Ahora los simios – liderados por Cesar – se han asentado en las colinas cercanas a San Francisco y han formado su propia comunidad, dedicada a la caza y la propagación de la especie. Por otra parte los escasos humanos que han sobrevivido – inmunes al virus de los simios – están languideciendo entre los rezagos de la civilización y, con todas sus fuentes de energía al borde del agotamiento, dependen del encendido de una represa hidroeléctrica cercana para poder subsistir. Pero ello implica adentrarse en el territorio simio y enorme será su sorpresa al descubrir que los monos han evolucionado, son inteligentes y capaces de hablar como los humanos. Apelando a la piedad y la desesperación, Malcolm – el ingeniero que lidera la expedición para reactivar la presa – logra negociar con Cesar unos dias de tolerancia… pero, tanto del bando humano como del simio, hay recelos en semejante alianza y no pasará mucho tiempo antes que los roces terminen por detonar una situación explosiva, la cual terminará por convertirse en una masacre a menos que sus líderes logren recuperar los mandos de sus fuerzas en medio de semejante caos.

El Planeta de los Simios: Confrontacion El Amanecer del Planeta de los Simios es la secuela de la exitosa reimaginación de la saga iniciada por El Origen del Planeta de los Simios en el 2011. Haciendo honor a la tradición que ha caracterizado a la franquicia las nuevas entregas destilan imaginación e inteligencia e, incluso, uno podría calificarlas como superiores – en numerosos sentidos – a sus predecesoras iniciadas en 1968. Uno de los aspectos mas fascinantes de El Planeta de los Simios siempre ha sido su capacidad para evolucionar, dando enormes saltos narrativos y detallando historias separadas por decenas – sino centenares – de años de diferencia, dándole una increíble perspectiva épica a la trama. En la entrega que ahora nos ocupa, los márgenes de calidad se han mantenido e incluso superado, y uno podría afirmar que este capítulo representa la cúspide de toda la franquicia, debido a la inteligencia y riqueza de sus contenidos… un detalle nada despreciable considerando que ha sido concebido en una época en donde los guionistas de Hollywood se han enviciado con la superficialidad y el efectismo barato.

Como suele caracterizar a los filmes de la saga, El Amanecer del Planeta de los Simios es otra entrega con tintes alegóricos. Quizás en capítulos anteriores el tono estaba mas marcado – la situación simia no difería demasiado de las injusticias padecidas por los afroamericanos en la racista y violenta sociedad estadounidense de finales de los años 60, generando un estado de tensión caracterizado por revueltas y la lucha por derechos igualitarios -, pero aquí también hay lecturas posibles. A final de cuentas aquí tenemos dos civilizaciones muy diferentes, las cuales se han visto forzadas a establecer lazos – siquiera temporalmente – y en donde pronto brotan situaciones de conflicto. Si uno traza paralelos, no es difícil leer el argumento de El Amanecer del Planeta de los Simios como un choque de culturas; y cuando uno establece los pros y contras de cada raza / cultura, pronto queda en situación de marcar su (relativa) superioridad racial. En ese sentido, el filme termina pareciéndose a Cruzada de Ridley Scott, en donde musulmanes y cruzados se veían obligados a convivir debido a la guerra, reconociéndose a sí mismos como individuos racionales y profundamente creyentes de sus convicciones, pero marcados tan a fuego por las diferencias establecidas por las mismas que la co-existencia definitiva jamás sería posible. Aquí tanto humanos como simios tienen su cuota de razón, y su desconfianza es válida; y, por otra parte, la tensión provocada por el roce implica que el conflicto esté a flor de piel y no tarde en nacer. Todo este escenario – que no deja de ser un ingenioso reciclado de Batalla por el Planeta de los Simios, el cual ha suprimido la presencia de los mutantes para subrayar el conflicto entre simios y humanos – está marcado por el prejuicio y la injusticia. Unos ven a los otros como los poseedores de la tecnología (y capaces del aniquilamiento masivo), pero se trata de una raza en extinción, un grupo de seres a los cuales la evolución les ha marcado el tiempo de retirada y que, en su minoría, se han vuelto tan desesperados como peligrosos. Los otros han sido despreciados por ser animales y no se les reconoce derechos ni paridad con los humanos – amén de que se les acusa de haber asesinado a la raza humana con el veneno que portaban en su sangre, como si ése fuera un detalle generado de manera adrede por la raza simia para castigar a sus brutales apropiadores humanos -… pero son superiores en número y fuerza. Es una situación realmente explosiva marcada por el resentimiento y la desesperación, por la necesidad de buscar enemigos (o culpables de la situación actual; recordemos que el grueso de los supervivientes ha perdido a la mayoría – o la totalidad – de sus familias gracias al virus dispersado por la sangfre simia), y en donde es difícil actuar con la cabeza fría. Es un mundo en donde no existe el perdón, en donde todo está marcado por el odio y el resentimiento, y en donde el genocidio está al alcance de la mano. ¿Cómo evitar la oportunidad de castigar al diferente, al cual culpo por mi actual situación de desgracia?. ¿Por qué no masacrar a la minoría, la cual parece querer aplastarme para asegurar su propia superviviencia?. Y debido a que cada individuo en este conflicto posee su pequeña parte de razón (y también de injusticia), todo ello genera una nutrida galería de personajes grises, tan coherentes en su pensamiento como brutal en su accionar.

Lo que sigue es la evolución natural de una situación trágica. Reunidos los componentes de alta volatibilidad, basta verlos en funcionamiento como para saber que no tardarán en hacer masa y volar por los aires. Cuando el segundo de César, el líder simio, decide conspirar – atentando contra éste y prendiendo fuego a la urbe simia – el relato toma un cariz shakespereano. El odio se traduce en injusticia, y el poder en prepotencia. Y cuando las cosas parecen arreglarse, descubrimos que han disparado una serie de acontecimientos tan terribles como irreversibles. Es tragedia pura y dura, en donde el protagonista ahora se verá forzado a lidiar con una situación no deseada e imparable, ya que – de no hacerlo – quedaría en riesgo la existencia de su propia raza.

El Amanecer del Planeta de los Simios está plagada de inteligencia, buenos efectos especiales y grandes actuaciones. Honestamente si la Academia no le da un Oscar a Andy Serkis por este papel (y por el acumulado de otras interpretaciones brillantes, que van desde el Gollum de El Señor de los Anillos hasta King Kong), es porque se trata de una manga de idiotas con patente. Es tan sutil la performance de Serkis – en especial con su mirada – que transmite inteligencia y sentimiento mas allá de sus ojos digitales. El resto le va en saga, pero es Serkis quien domina el show y se lo roba con una actuación de enorme calibre. Su Cesar es cerebral y noble, un ser impulsivo pero el cual termina cediendo a la razón, y un individuo carismático que maneja a las masas con firmeza.

El Amanecer del Planeta de los Simios es un gran filme por donde se lo mire. Dificil encontrar un detalle para criticar; hay calidad en cada uno de sus fotogramas. Es posible que sea el mejor filme de toda la saga – desde 1968 en adelante -, ya que posee todo: espectacularidad, inteligencia y solidez, lo cual es inusual en un show tan costoso como este, demostrando que aún en estos tiempos modernos que corren hay espacio para los filmes basados en ideas.

THE PLANET OF THE APES

Los filmes de la saga de El Planeta de los Simios son: El Planeta de los Simios (1968), Regreso al Planeta de los Simios (1970), Escape del Planeta de los Simios (1971), La Conquista del Planeta de los Simios (1972), y Batalla por el Planeta de los Simios (1973). El Planeta de los Simios (2001) es la remake de Tim Burton del filme original. Posteriormente se iniciaría una nueva trilogía que reimaginaría el universo simio con El Origen del Planeta de los Simios (2011), El Amanecer del Planeta de los Simios (2014) y El Planeta de los Simios: la Guerra (2017). La Historia de El Planeta de los Simios es un artículo especializado de este portal, que narra la lucha del productor Arthur P. Jacobs para poder rodar el filme original de la saga.