Crítica: Alta Tension (Haute Tension) (2003)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Francia, 2003: Cecile De France (Marie), Maiwenn (Alexia Soral), Philippe Nahon (asesino), Franck Khalfoun (Jimmy), Oana Pellea (Sra Soral), Andrei Finti (Sr Soral), Marco Claudiu Pascu (Tom)

Director: Alexandre Aja, Guión: Alexandre Aja & Gregory Levasseur, Musica – Francois Eudes

Trama: Las jovenes Marie y Alexia se dirigen a la casa de los padres de ésta última, en la campiña francesa, para aislarse y prepararse para los exámenes. Pero a medianoche, un asesino irrumpe en la granja y mata a toda la familia, dejando viva a Alexia, la que se lleva secuestrada. Marie ha logrado escabullirse sin que se entere el asesino de su presencia, e inmediatamente comienza una desesperada persecución de la camioneta donde es llevada Alexia como rehén. En una estación de servicio, Marie logra alertar a la policía, pero todo parece indicar que ella es la única que puede enfrentar al asesino y detenerlo antes de que lastime a su amiga.

Alta Tension Haute Tension es la carta de presentación internacional del director francés Alexandre Aja. Es también la punta de lanza de una nueva oleada de cine de terror europeo (o Euro Horror), que pareciera indicar que las industrias cinematográficas extranjeras hubieran encontrado una vía de entrada al mercado norteamericano, tal como hace unos años pasó con el J-Horror (o cine de terror japonés). El film de Aja causaría notable revuelo y obtendría excelentes críticas, entre ellas del maestro del horror Wes Craven, que contrataría al francés para su remake de The Hills Have Eyes.

Sin dudas Alta Tensión es un film remarcable. Si uno lo compara con la oleada de de cine de horror americano de los últimos 10 años, es fácil ver que se trata de una película superior. Existe un argumento muy bien pensado, diálogos inteligentes, una construcción de atmósfera de suspenso excelente. Además carece de todos los vicios del cine americano, como las rubias tetonas que gritan a cada rato, los asesinos inmortales, las novedosas (y estúpidas) formas de tortura y muerte que exhiben todos los films yanquis de un tiempo a esta parte. Es posible que toda la excelencia del libreto se vaya al diablo en el clímax, pero de todos modos es una experiencia notable.

(atención, fuertes spoilers más adelante). Uno empieza a ver cosas extrañas a medida que se desarrolla el film. Desde la secuencia onírica donde Marie visualiza que es perseguida por ella misma hasta la fellatio del asesino con una cabeza humana sospechosamente parecida a Alexia. También el espectador se sorprende ante la irrupción del asesino en la casa – es sangrienta y efectiva, pero no es escalofriante -, y la actitud egoísta de Marie. En un film americano de horror, la protagonista estaría a los gritos, e intentaría alertar a su amiga en el cuarto vecino. Pero desde el momento en que Marie se desenvuelve en las sombras, dejando que al asesino haga lo que se le plazca (y sin que ella tenga intención de salvar a nadie), uno empieza a sospechar que hay algo que va terriblemente mal.

Ante la primer visión por parte de cualquier espectador, el asesino y Marie juegan al gato y al ratón de modo inteligente, con sospechas mutuas sobre la presencia del otro, actitudes sorpresivas (la muerte del dependiente de la estación de servicio, o el vaciamiento de las balas del revolver del empleado asesinado), y movimientos bastante lógicos, como la cautela de Marie en vigilar al asesino. No hay ninguna idiotez evidente propia de los slashers yanquis, donde la gente hace una estupidez y es rápidamente asesinada. El clímax en el invernadero está muy bien filmado, y las personas mueren al primer o segundo intento, no son supermanes.

El gran problema de Haute Tension es querer dar un giro de tuerca imprevisto, al estilo de Sexto Sentido. No hay inconveniente con la sorpresa en sí, pero la cohesión con el resto del relato (ahora visto con otros ojos) se ve forzada. Uno podría sospechar que la fellatio del asesino, al inicio del film, es la fantasía lesbiana de Marie, que sueña con tener pene y que Alexia la asista sexualmente. Lo que seguiría sería una cuestión de celos enfermizos, donde Marie aprovecharía toda la situación del aislamiento para raptar a Alexia y despojarla de sus seres queridos. Desde el momento en que Marie ve a Alexia cambiándose desnuda en la ventana, su instinto asesino se despierta, y termina por salir a luz después de su masturbación en el cuarto. Ciertamente es un enfoque machista y discriminatorio – el film termina por catalogar a los gays como enfermos y le da el lugar de asesinos -, pero podría ser válido. El tema es que cuando uno comienza a rever el film, hay situaciones que no cierran: no se sabe si Marie era una asesina serial desde mucho antes (fíjense en las fotos de otras victimas en el espejo retrovisor del camión), tampoco se sabe cómo aparece el camión en la casa, e incluso toda la persecución en auto entre Marie y su alter ego asesino parecería carecer de sentido, salvo que fuera una secuencia imaginada por Marie para que ella termine lastimada y bañada en sangre, tal como debería haber pasado después de liquidar a todo el mundo en la casa de los padres de Alexia.

(fin de spoilers). Es obvio que el giro sorpresa suena a artificial, y le quita puntos al film. Pero sigue siendo una película más que meritoria, y se nota que Aja sabe construir buenos filmes de terror, alejándose de los clises y de la estupidez reinante. No estoy seguro si el film impresiona – me parece que hay otras películas más terribles -, pero el suspenso está bien construído. Es un film de horror realmente sólido y que vale la pena.