Crítica: Amanecer Alien (Alien Dawn) (2012)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2012: Rachelle Dimaria (Marissa J. McKellen), Tiffany Martin (Tiffany Lewis), Alex Bell (Anders Kaczynski), Michael Abruscato (Roger Kaczynski)

Director: Neil Johnson, Guión: Neil Johnson

Trama: Gigantescas cápsulas han sido lanzadas desde Marte y han aterrizado en nuestro planeta, liberando hordas de monstruosas máquinas que terminan por subyuzgar a la humanidad en menos de 24 horas. Atormentada por la imposibilidad de atender a su amiga – gravemente herida durante las refriegas entre el ejército y los aliens – una chica decide unirse a un grupo de sobrevivientes para intentar salir de la ciudad y escapar como puedan de la hecatombe. Pero la indignación es mas fuerte que el instinto de supervivencia y pronto el grupo se transforma en una célula guerrillera, intentando atacar como pueden a los invasores extraterrestres. Así es como descubren que las criaturas han desembarcado en nuestro planeta para alimentarse de sangre humana, y han montado bases fuertemente custodiadas en donde residen los monstruosos lideres de la invasión. Sin nada que perder, el grupo de improvisados guerreros ha decidido incursionar en una de esas bases para exterminar a uno de los lideres; una misión sangrienta y suicida de cuyo éxito depende el futuro de la humanidad.

Alien Dawn A veces hay obras chiquitas que tienen un puñado de logros medianamente loables… pero que terminan siendo torpedeadas por el manejo inexperto del resto de los factores. Una película no es sólo efectos especiales o la construcción de un buen escenario, sino que precisa una trama potable o actuaciones que a uno no le hagan chillar los dientes. Eso es lo que ocurre con Alien Dawn, en donde los factores están tan desbalanceados que terminan por tirar abajo toda la pelicula. No es un filme estrictamente malo sino uno bastante incompetente, en donde las fallas arruinan los escasos méritos obtenidos.

La idea de base de Alien Dawn es hacer La Guerra de los Mundos, pero con la onda de cámara en primera persona de El proyecto Blair Witch. O sea, una invasión extraterrestre rodada en plano POV. Por suerte las secuencias en primer plano están retaceadas, y sólo se usan cuando la protagonista usa su celular como una especie de diario en video, espetando algo que supuestamente es importante para ella (pero en absoluto para el resto de nosotros, la sufrida audiencia que terminó enganchada a este bodrio); el resto del tiempo tenemos mucha cámara movediza y muchos (demasiados) destellos, insertados con calzador como para camuflar los económicos efectos especiales. Aún así, las escenas de acción resultan bastante potables; el problema es que, cuando la cámara deja de enfocar marcianos y se centra en los humanos, nos obliga a atender diálogos de un nivel paupérrimo, los cuales hacen parecer a las telenovelas mexicanas como adaptaciones de Shakespeare hechas por el Royal Theatre.

Ciertamente el director debe ser un gran fan de La Guerra de los Mundos, ya que incluyó fragmentos de casi todas las versiones existentes en esta obra maestra. Los bichos son unos tripodes como la versión de Spielberg, salen de Marte en capsulas (en una secuencia que parece tomada de la puesta en escena de la opera rock de Jeff Wayne), y – cuando disparan – hacen ese particular chillido que tenían las mantarrayas marcianas en el clásico de 1953. La gente corre, se refugia y dispara con lo que tiene a mano – lo cual es, inusualmente, un variado stock de subfusiles y metralletas como M16 y AK47; ¿ya nadie tiene revólveres Doberman 32 corto en sus casas? ¿o acaso auspicia este filme la Asociación Nacional del Rifle? -. Cuando esta gente se reune, habla pavadas; todo el tiempo están demasiado maquillados e impecables, y se la pasan usando sus celulares, como si el mundo no se estuviera viniendo abajo, amén de que sus teléfonos móviles parecieran tener baterías de duración eterna. En un momento de inspirada tontería deciden que ellos solitos pueden hacer lo que el ejército no hizo – es decir, cargarse a los trípodes mediante balazos y bombas caseras -, intentona que casi termina con sus vidas. Lamentablemente los marcianos no los masacran y la sufrida audiencia se ve obligada a comerse otros 20 minutos de esta letanía. En el momento en que esta gente monta un operativo comando y tienen éxito matando a un bicho enorme (y se despachan con un mensaje “de la resistencia de la humanidad”), las cosas se han vuelto tan insufribles que uno desea que los alienigenas terminen por exterminar a los humanos y los reemplacen con seres mas inteligentes. O al menos, con individuos que sepan rodar mejores peliculas.

Alien Dawn es incompetente. El nivel actoral es terrible, los diálogos son aburridos, y hay una falta generalizada de convicción en toda la puesta en escena. Mientras que la acción, los efectos especiales y el escenario son por lo menos interesantes, el resto es de un amateurismo tal que termina por bombardear todas sus posibilidades. Como dijo alguien, la era digital ha puesto el cine al alcance de todos – basta una computadora en su casa para montar una producción de calidad cuasi hollywoodense -, pero también ha popularizado la mediocridad, ya que ahora la gente entiende más de efectos especiales que de lenguaje cinematográfico. Y Alien Dawn es una muestra patente de ello.